GINEBRA (23 de febrero de 2023) – El conflicto armado de Sudán ha causado miles de víctimas civiles, millones de desplazados, saqueos de propiedades y el reclutamiento forzoso de niños soldados, a medida que los combates se extienden hacia más regiones del país, según los contenidos de un informe exhaustivo de la Oficina del ACNUDH.

En el informe se describen en detalle los ataques indiscriminados tanto de las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) como de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RDF), en zonas densamente pobladas, entre otras las que acogen a desplazados internos, especialmente en la capital, Jartum, en Kordofan y Darfur, durante los combates que tuvieron lugar entre abril y diciembre de 2023.

“Durante casi un año, los informes procedentes de Sudán han sido relatos de muerte, sufrimiento y desesperación, a medida que los conflictos absurdos, las vulneraciones y los abusos de derechos humanos han persistido sin que haya un final a la vista”, declaró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.

“Este informe abunda en la tragedia que desde abril de 2023 se inflige innecesariamente a la población sudanesa, pero también hace hincapié en la necesidad de poner fin a los combates y quebrar el ciclo de impunidad que dio origen al conflicto. Es preciso que callen las armas y que los civiles reciban protección. Se necesita desesperadamente una reanudación creíble de las negociaciones orientadas a restaurar un gobierno civil, a fin de abrir un camino que permita avanzar”, agregó Türk.

Esta misma semana, aparecieron pruebas de vídeo verosímiles que la Oficina del ACNUDH examinó y que muestran a varios estudiantes que viajaban por carretera en el norte del Estado de Kordofan que fueron presuntamente decapitados por milicianos que portaban el uniforme de las SAF en la ciudad de El-Obeid. Al parecer, a las víctimas se les identificó como partidarios de las RSF por sus rasgos étnicos. En el vídeo que se dio a conocer en las redes sociales el 15 de febrero aparecen soldados que desfilan por las calles exhibiendo las cabezas cercenadas de los jóvenes, mientras profieren injurias étnicas.

El informe se basa en entrevistas realizadas a 303 víctimas y testigos, docenas de ellas efectuadas en Etiopía y el este de Chad, así como en el análisis de fotografías, vídeos e imágenes de satélites, y otras informaciones de fuentes abiertas. El documento muestra que ambas partes en conflicto usaron en zonas densamente pobladas explosivos de amplio alcance, tales como misiles disparados desde aviones de combate, drones, proyectiles antiaéreos y artillería pesada.

En abril, en dos incidentes distintos ocurridos en Jartum, ocho misiles disparados por las SAF causaron la muerte de al menos 45 civiles. En junio, dos proyectiles de artillería disparados por las RSF cayeron en el mercado Libya Souq, en la ciudad de Omdurman, matando a unos 15 civiles. Días después, el 28 de septiembre, dos proyectiles de las RSF explotaron en una terminal de autobús de Omdurman y dejaron un saldo de 10 civiles muertos.

En Darfur, las ofensivas de las RSF causaron miles de víctimas. Algunos de estos ataques tuvieron motivación étnica. Según el informe, entre mayo y noviembre de 2023 las RSF y sus aliados de la milicia árabe realizaron al menos 10 ataques contra la población civil en El-Geneina, capital de Darfur Occidental, en los que causaron miles de muertes, la mayoría de ellas entre la comunidad étnica masalit. Las RSF y sus aliados también causaron al menos 87 muertes en la ciudad de Morni, en Ardamata, donde los cuerpos fueron enterrados en una fosa común.

Hacia mediados de diciembre, más de 6,7 millones de personas han sido desplazadas por el conflicto, tanto en Sudán como en los países aledaños. Desde entonces, la cifra ha aumentado hasta superar los ocho millones.

Según el informe, hasta el 15 de diciembre de 2023 al menos 118 personas fueron víctimas de violencia sexual, incluso de violaciones, intentos de estupro y violaciones colectivas, entre ellas 19 menores. Muchas de estas violaciones, según se informa, fueron obra de miembros de las RSF, que las cometieron en los hogares e incluso en las calles. Una mujer fue secuestrada en un edificio y sometida a reiteradas violaciones en grupo durante 35 días. Solo cuatro de las víctimas de estos hechos fueron capaces de denunciarlas a las autoridades, debido a la estigmatización, la desconfianza en el sistema judicial, el colapso de las instituciones de justicia y el miedo a las represalias, señala el informe.   

En el documento figura una mención a la “Autoridad Popular de Apoyo a las Fuerzas Armadas Sudanesas”, una entidad afín a las SAF, que afirma haber armado a 255.000 jóvenes en campamentos de todo el país. Por su parte, las RSF también reclutaron a menores de edad entre tribus árabes de Darfur y Kordofan. Según se informa, varias comunidades de etnia africana, entre otras las de Fur, Masalit y Zaghawa también han respondido a las campañas de reclutamiento de las SAF.

“Algunas de esas violaciones constituirían crímenes de guerra”, afirmó Türk. “Deben llevarse a cabo investigaciones rápidas, exhaustivas, eficaces, transparentes, independientes e imparciales de todas las denuncias relativas a vulneraciones y abusos del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, y los responsables deben ser presentados ante los tribunales”.

Asimismo, el Alto Comisionado pidió a las partes en conflicto que garanticen el acceso rápido y sin obstáculos de la ayuda humanitaria a todas las zonas que están bajo su control.

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