Señor Presidente,

Excelencias, distinguidos delegados, amigos:

Lamento no poder acompañarlos en persona en este debate sobre la incorporación de los derechos de los niños en todo el sistema de las Naciones Unidas.

Un debate que tiene lugar en el contexto de un ominoso declive del respeto por los derechos de la infancia, en conflictos como los de Gaza, Ucrania, Myanmar, Sudán y tantas otras situaciones terribles.

Son pesadillas inmisericordes de las que los niños no pueden despertar.

Y para muchos de ellos, esas pesadillas solo terminan con la muerte.

En otros lugares, la niñez se malogra, mientras que las medidas contra la pobreza y las metas de la Agenda 2030 no llegan a cumplirse.

El hambre va en aumento. La educación está en crisis. El futuro es cada vez más precario.

En tanto que comunidad mundial, no estamos cumpliendo con nuestras responsabilidades hacia nuestros hijos: la obligación de apoyarlos y defender sus derechos.

A todos los niños que están en la sala, les prometo que mi Oficina -y todo el sistema de las Naciones Unidas- se compromete a defender sus derechos y a defenderlos a ustedes.

Les agradecemos su presencia en el día de hoy y su compromiso con nosotros.

Hemos tomado nota de las esperanzas de su generación en lograr un sistema de las Naciones Unidas adaptado a sus necesidades.

Como parte de esta atención, se realizó el año pasado una encuesta, en el marco de la Iniciativa Derechos Humanos 75, que contó con la participación de casi 4.000 niños.

Este sondeo arrojó un mensaje nítido: “cualquier cosa que se haga por nosotros debe contra con nuestra participación”.

Los entrevistados pidieron que el sistema de las Naciones Unidas ofrezca regularmente oportunidades significativas y seguras de participar en la toma de decisiones.

Que defienda a los niños como titulares de un conjunto específico de derechos.

Que los empodere en la consecución de sus derechos.

Y que demuestre un enfoque realmente integrador y transversal.

Hace dos años, el Consejo de Derechos Humanos pidió a mi Oficina que preparara un informe para este periodo de sesiones, con recomendaciones específicas sobre la manera de reforzar una estrategia orientada a los niños y basada en sus derechos, en el marco de la labor de las Naciones Unidas.

En respuesta, se publicó en julio pasado la “Nota orientativa del Secretario General sobre la incorporación de los derechos del niño”.

Basada en los aportes de consultas exhaustivas con los niños, la Nota fija un Marco de Acción que contiene expectativas muy claras para todo el sistema de las Naciones Unidas. Este Marco de Acción atribuye responsabilidades específicas a mi Oficina y a los mecanismos de derechos humanos del sistema.

Entre sus principios rectores, se hace hincapié en la necesidad de velar por la participación de los niños, incluso de los que corren un mayor riesgo de quedar rezagados, en todos los procesos de toma de decisiones que incidan en sus derechos humanos.

En el informe que mi Oficina presentó al Consejo [A/HRC/55/36] subrayamos cómo nosotros, junto con los mecanismos de investigación y rendición de cuentas que auspiciamos, estamos cumpliendo con los baremos establecidos por el Secretario General.

Y destacamos las prácticas más promisorias y las vías para ampliarlas, con el fin de mejorar su integración en el ACNUDH y en los mecanismos de derechos humanos, y de conseguir mayores repercusiones en todo el sistema.

Pedimos a los Estados Miembros que nos acompañen en esta importante iniciativa, mediante la adopción de sus propias estrategias de integración de los derechos de la infancia, a fin de promover toda la gama de los derechos del niño.

Y mediante la adopción de medidas que faciliten vías consistentes y accesibles para la participación segura de los niños en los foros locales, nacionales, regionales e internacionales.

También pido a los Estados que inviertan recursos para reforzar la capacidad de mi Oficina para defender los derechos de los niños, de manera que logremos ejercer plenamente nuestra función de liderazgo en la integración de esos derechos en todo el sistema de las Naciones Unidas.

En nuestro informe se enumeran también diversas consideraciones dirigidas al Consejo, entre otras la posiblidad de pedir a sus mecanismos que examinen de manera más consistente las causas profundas de las vulneraciones de los derechos de los niños y que traduzcan sus conclusiones en recomendaciones viables para los principales interesados.

Estimados colegas:

Los esfuerzos de integración que llevamos a cabo en el sistema de las Naciones Unidas son fundamentales para respaldar el acceso de los niños a sus derechos.

A medida que avanzamos en esta agenda, lo hacemos documentados y reforzados por los contenidos de la “Visión de los Niños sobre los Derechos Humanos”, publicada a finales del año pasado.

En este documento se exhorta a lograr una vida más segura, justa y feliz para todos y se postula un mundo en que sus necesidades reciban la debida consideración y se atiendan sus opiniones.

Apoyemos todos esa petición, especialmente en la Cumbre del Futuro que se celebrará a finales de este año y que será un momento crucial para revitalizar la gobernanza mundial para la generación actual y las venideras.

No debemos decepcionar a nuestros hijos.

Muchas gracias.