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Intervención de S.E. Embajadora Laura Dupuy Lasserre
Presidenta del Consejo de Derechos Humanos
Tercera Comisión al 67º período de sesiones de la Asamblea General, 14 de noviembre de 2012

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14 noviembre 2012

14 de noviembre de 2012,
NuevaYork

Gracias Sr. Presidente.                                                                                                        

Sr. Presidente, Excelencias, distinguidos delegados, damas y caballeros,

Es para mí un gran honor estar ante ustedes por segunda vez y poder presentar en el día de hoy el informe anual del Consejo de Derechos Humanos y participar en un diálogo interactivo con la Tercera Comisión.

El informe cubre las tres sesiones ordinarias de 2012 y dos sesiones extraordinarias sobre la situación de derechos humanos en la República Árabe de Siria, de diciembre de 2011 y junio de 2012.

Sr. Presidente, distinguidos delegados,
Este 2012 marca el sexto año del establecimiento del Consejo de Derechos Humanos y el primer año después de la revisión de su trabajo y funcionamiento. Desde entonces, el Consejo ha abordado situaciones de derechos humanos en diferentes partes del mundo, con el objetivo de hacer frente a las causas profundas de las violaciones de derechos humanos y darlas a conocer en el contexto de las diferentes crisis. Esto ha podido realizarse mediante la exitosa construcción de coaliciones interregionales y gracias al fuerte deseo de todos los Miembros de tratar los retos en materia de derechos humanos o el deterioro de situaciones y las emergencias, sin confrontaciones y de una manera coherente y consistente.

Un ejemplo de este enfoque lo encontramos en la consideración de la situación de los derechos humanos en la República Árabe Siria, que ha dominado una gran parte de la atención del Consejo este año; hemos tenido dos sesiones especiales y un debate urgente, y hemos adoptado resoluciones al respecto en cada una de las tres sesiones ordinarias de este año, como seguimiento de los diálogos interactivos con la Comisión de Investigación. En su última resolución, adoptada en el vigesimoprimer período de sesiones en setiembre, el Consejo decidió extender el mandato de la Comisión de Investigación sobre Siria y fortalecer su capacidad; y por consiguiente, nombré a dos nuevos comisionados que se suman a los dos anteriores.

Espero que estos nombramientos adicionales vengan acompañados de un fortalecimiento del apoyo de la OACDH a la Comisión de Investigación, incluido mediante el despliegue de más personal en el terreno.

Además de Siria, el Consejo también ha adoptado resoluciones específicas de país bajo el tema 4 de la agenda sobre la República Popular Democrática de Corea, la República Islámica de Irán, Eritrea, Belarús, Myanmar y Malí.

Cabe subrayar que el Consejo ha seguido de cerca los acontecimientos  en el norte de Malí, desde marzo, habiendo adoptado una resolución en setiembre, al constatarse cada día violaciones de los derechos humanos. Con el establecimiento del mandato del Nuevo Relator sobre Eritrea, el Consejo ha decidido transferir las comunicaciones que estaban siendo consideradas bajo el procedimiento confidencial de denuncias. Asimismo, permítanme señalar que los métodos de trabajo de dicho procedimiento de denuncias han sido recientemente mejorados, gracias a la estrecha colaboración entre los Grupos de Trabajo de comunicaciones y situaciones.

Este último año también hemos adoptado otras resoluciones específicas relacionadas con la cooperación técnica, sobre la República Democrática del Congo, Haití, Libia, Costa de Marfil, Camboya, Sudán, Sudán del Sur, Guinea, Somalia, Yemen y también una resolución sobre Sri Lanka. Tanto en el caso de Sudán y Sudán del Sur, así como en el de Libia, cabe mencionar que éstas solían ser resoluciones en el marco del tema 4 de la agenda, mientras que ahora se encuentran en el tema de cooperación técnica. En el caso concreto de Libia, es menester subrayar que el Consejo fue muy activo durante la crisis de 2011 y que escuchó el último informe de la Comisión de Investigación sobre Libia el pasado mes de marzo. Sin duda, el Consejo hará ahora lo que esté en su mano para acompañar a las autoridades libias a alcanzar una transición exitosa.

Asimismo, el Consejo discutió la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, de larga data, mediante, por ejemplo, el establecimiento de una misión de investigación internacional para investigar el impacto de los asentamientos israelíes sobre los derechos humanos del pueblo palestino. El informe de la misión de investigación (FFM) será considerado por el Consejo en su próximo período de sesiones de marzo.

No obstante, me gustaría subrayar que la plena implementación de estas importantes resoluciones depende en gran medida de la disponibilidad de recursos adicionales, que espero serán aprobados por la Asamblea.

Sr. Presidente, distinguidos delegados,
El Consejo continuó celebrando un gran número de paneles como medio para abordar temas específicos y emergentes en materia de derechos humanos, con panelistas con perspectivas diferentes y con experiencia en ámbitos diversos, incluidos representantes gubernamentales, académicos, asociaciones profesionales, mecanismos de derechos humanos de Naciones Unidas, agencias de las Naciones Unidas, medios de comunicación, así como organizaciones internacionales y regionales. Estas discusiones han abarcado  un gran número de temas.

Concretamente, me gustaría hacer hincapié en el primer panel de alto nivel sobre la integración de los derechos humanos, que tuvo lugar el pasado mes de febrero, en el cual participaron altos funcionarios de Agencias de Naciones Unidas. Este panel se centró en los derechos humanos y el desarrollo y la cooperación, intentando mejorar la toma de conciencia, la coordinación, las sinergias y la cooperación técnica entre los diferentes actores pertinentes, con el objetivo de abordar los retos en materia de derechos humanos y tener un impacto positivo en los esfuerzos nacionales de desarrollo.

El próximo panel de alto nivel sobre la integración de los derechos humanos en el sistema de las Naciones Unidas que tendrá lugar en febrero de 2013, es probable que se centre en los derechos humanos y la agenda de desarrollo post-2015, con una atención especial a la educación. Este panel puede ser una buena oportunidad para evaluar los avances, logros y desafíos en la integración de los derechos humanos en el sistema de la ONU, a la luz de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y para  aportar insumos oportunamente al Panel de Alto Nivel de Personas Eminentes, creado por el Secretario General, así como al evento especial de la Asamblea General, previsto para el próximo año. Así pues, las cuestiones relacionadas con el derecho al desarrollo continúan teniendo un lugar destacado en las labores del Consejo.

Asimismo, en el marco del vigesimosegundo período de sesiones del Consejo, de febrero/marzo, se llevarán a cabo otros seis paneles y discusiones temáticas sobre un gran número de temas, que incluyen, por ejemplo, el impacto negativo de la corrupción en el disfrute de los derechos humanos, trabajo y empleo de personas con discapacidad, los derechos del niño y la salud y la cooperación técnica para el fortalecimiento del sistema judicial y la administración de justicia. El Consejo también conmemorará el vigésimo aniversario de la Declaración de Viena y su Programa de Acción el lunes 25 de febrero, tras la reunión de apertura.

En lo que respecta a los Procedimientos Especiales, el Consejo ha establecido nuevos mandatos, entre ellos dos mandatos de países, los Relatores Especiales sobre Belarús y Eritrea, y un mandato temático, el Experto independiente sobre las obligaciones de los derechos humanos relacionadas con el disfrute de un ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible, con lo que el número total de  mandatos asciende a 48. En 2012, el Consejo escuchó por primera vez los informes del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, del Experto Independiente sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo, del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de los derechos  humanos y las empresas transnacionales y otras empresas y del Grupo de Trabajo sobre la discriminación contra la mujer en la ley y en la práctica.

El Consejo asimismo, y tras recibir los insumos del Comité Asesor, ha establecido dos grupos intergubernamentales de composición abierta para considerar un proyecto de declaración sobre el derecho a la paz (y que habrá de reunirse en febrero de 2013) y un proyecto de declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas que viven en las áreas rurales.

Sr. Presidente, Excelencias,
El gran número de paneles, sumado a los diálogos interactivos y debates generales, al tiempo que proporciona un foro para fructíferas discusiones específicas sobre diversos retos en materia de derechos humanos, implica que el Consejo tenga un cargado  programa de trabajo.

En 2012, el Consejo aprobó un total de 99 resoluciones, decisiones y declaraciones presidenciales.

Como ya se ha señalado, el número de iniciativas interregionales sigue aumentando, afirmando la capacidad del Consejo para tomar medidas sobre importantes cuestiones en materia de derechos humanos. Sólo por nombrar algunas de las nuevas iniciativas interregionales, puedo referirme a la de seguridad de los periodistas, las empresas y los derechos humanos, la corrupción, los derechos humanos y el medio ambiente. Del mismo modo se ha comenzado a trabajar más mancomunadamente para abordar cuestiones específicas de países.

En el último año, el Consejo ha abordado un gran abanico de cuestiones de derechos humanos relativas a la libertad de expresión y reunión, incluso mediante la adopción de varias resoluciones al respecto, entre otras, sobre la seguridad de los periodistas, las protestas pacíficas y los derechos humanos en Internet. El Consejo también examinó cuestiones relacionadas con el derecho al desarrollo, la pobreza extrema, el derecho a la alimentación, la mortalidad materna y el disfrute de los derechos culturales, así como los derechos de los grupos vulnerables, como las personas mayores. Muchas de estas resoluciones fueron aprobadas sin votación, demostrando una vez más la capacidad del Consejo para ponerse de acuerdo sobre las cuestiones relativas a la protección de los más necesitados.

La resolución adoptada en marzo de 2012, sobre la libertad de religión y de creencias reviste una particular importancia, haciendo hincapié en que la libertad de religión o de creencias y la libertad de expresión son interdependientes, están interrelacionadas y se refuerzan mutuamente. En junio, el Consejo celebró un debate constructivo sobre libertad de expresión y la incitación al odio y a la violencia. Fue en seguimiento de la histórica resolución 16/18 adoptada en marzo de 2011,  por consenso, titulada "Lucha contra la intolerancia, los estereotipos negativos y la estigmatización y la discriminación, la incitación a la violencia y la violencia contra las personas por motivos de religión o creencia". En esta resolución, el Consejo instó a los Estados y a otros interesados a tomar acciones concretas para fomentar un entorno nacional de tolerancia religiosa, paz y respeto. Cabe señalar que la OACNUDH también ha sido particularmente activa en este tema, con la organización de una serie de talleres regionales de expertos sobre la incitación al odio nacional, racial o religioso, tal y como se refleja en el derecho internacional de los derechos humanos. Las conclusiones y recomendaciones derivadas de dichos talleres, sin duda, ayudarán a que el Consejo  avance sobre este delicado tema.

Sr. Presidente, Excelencias,
El número de dignatarios que se dirigen al Consejo durante el segmento de alto nivel del período de sesiones de marzo va en constante aumento, demostrando el creciente interés en las labores del Consejo, siendo el principal órgano de las Naciones Unidas que se ocupa de los derechos humanos.

Además, se constata un número creciente de representantes de la sociedad civil que asisten a los trabajos del Consejo, así como el de eventos paralelos organizados al margen del Consejo: se ha registrado un promedio de casi 200 ONGs acreditadas y un centenar de eventos organizados en cada período de sesiones.

Nuevos elementos derivados del resultado de la revisión del Consejo han sido puestos en marcha para facilitar la participación a distancia, a través de video-mensajes, de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos, que  cumplen con los Principios de París, y de ONGs locales acreditadas por ONGs con estatus consultivo en el ECOSOC, para poder así contribuir a nuestros trabajos.

La participación activa y la contribución de las organizaciones de la sociedad civil son fundamentales para el trabajo del Consejo de Derechos Humanos, convirtiéndolo en un foro único entre otros órganos intergubernamentales de las Naciones Unidas. Es esencial para la credibilidad del Consejo que los defensores de derechos humanos y otros actores de la sociedad civil puedan contribuir a los trabajos del Consejo y de sus mecanismos en un entorno libre, abierto y seguro, que proteja y promueva sus propios derechos humanos. En este contexto, se recibe frecuentemente alegaciones de casos preocupantes de intimidación y amenazas, que llegan a veces a agresiones físicas, detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos a las personas que han cooperado con las Naciones Unidas, incluido el Consejo y sus mecanismos. En línea con el resultado de la revisión del Consejo (párrafo 30 de la Resolución 16/21), he condenado las medidas de intimidación y represalias en el marco o en los márgenes de las sesiones del Consejo y del EPU. En este sentido, deseo dar las gracias al Secretario General por su informe sobre represalias y por haber enviado un claro mensaje de apoyo al respecto, cuando se dirigió personalmente al Consejo el pasado mes de setiembre, así como durante el panel que sobre el tema, tuvo lugar en este último período de sesiones.

Sr. Presidente, distinguidos delegados,
Me gustaría llamar su atención sobre el capítulo I del informe anual del Consejo y su anexo. El mismo contiene resoluciones del Consejo que formulan recomendaciones o sugerencias concretas a la Asamblea General.

La resolución 19/18 sobre el seguimiento del informe de la Misión de Investigación de las Naciones Unidas sobre el Conflicto de Gaza, recomienda que la Asamblea General considere la celebración de una discusión urgente sobre la legalidad del uso de ciertas municiones, con la asistencia de organizaciones internacionales pertinentes y los organismos especializados y las partes interesadas y otros interesados.

En la resolución 20/14 relativa a las instituciones nacionales de promoción y protección de los derechos humanos, el Consejo recomendó a la Asamblea General que estudiase la viabilidad de permitir a las instituciones nacionales de derechos humanos conformes a los Principios de París, que participasen en la Asamblea.

En la resolución 21/6 sobre la mortalidad y morbilidad materna prevenible y los derechos humanos, el Consejo pidió al Secretario General que transmitiese a la Asamblea General las orientaciones técnicas sobre la aplicación de un enfoque basado en los derechos humanos en la ejecución de las políticas y los programas destinados a reducir la mortalidad y morbilidad prevenibles, como contribución a la revisión del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Asimismo, en la resolución 21/11, el Consejo decidió transmitir los principios rectores sobre la extrema pobreza y los derechos humanos a la Asamblea General para que los examine.

La resolución 21/24 titulada "Los derechos humanos y los pueblos indígenas", toma nota con reconocimiento del informe del Secretario General sobre las formas y medios de promover la participación en las Naciones Unidas de los representantes de los pueblos indígenas en cuestiones que les afectan, e invita a la Asamblea General a considerar e incluir el tema en su agenda.

En la resolución 21/33, titulada " De la retórica a la realidad: un llamamiento mundial para la adopción de medidas concretas contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia ", el Consejo decidió transmitir a la Asamblea General, el proyecto de Programa de Acción para el Decenio de las Personas de Ascendencia Africana para su consideración, con miras a su adopción. Tengo entendido que el Presidente del Grupo de Trabajo de Expertos sobre las Personas de Ascendencia Africana ya ha presentado el proyecto de Programa a esta Comisión.

Por último, el capítulo I contiene también la resolución sobre la composición del personal de la OACNUDH, alentando a la Asamblea General a considerar medidas adicionales para promover el equilibrio geográfico en el personal del OACNUDH.

Sr. Presidente, distinguidos delegados,
Me gustaría compartir con ustedes algunas observaciones relativas al segundo ciclo del Examen Periódico Universal. Como ustedes saben, el primer ciclo terminó exitosamente con el examen de los 193 Estados miembros de las N.U. por el Grupo de Trabajo del EPU, siendo un logro notable de un mecanismo verdaderamente universal. Sin duda, el EPU es percibido como una valiosa herramienta para promover el diálogo nacional y la reflexión sobre las acciones necesarias.

El segundo ciclo, que comenzó el pasado mes de mayo, está ahora estudiando la implementación de las recomendaciones formuladas durante estos últimos cuatro años, así como los desafíos por delante.

El segundo ciclo será crucial para consolidar el EPU como herramienta importante para abordar la cuestión de la protección y promoción de los derechos humanos en todo el mundo, de una manera no confrontativa, objetiva, despolitizada, constructiva y orientada a la acción. Es esencial asegurar que los principales logros del primer ciclo se preserven en este segundo ciclo, y en particular el 100% en cuanto a la presentación de los informes por parte de delegaciones de alto nivel, toda una primicia en el sistema de las Naciones Unidas. Me gustaría hacer un llamamiento a todos ustedes para prestar apoyo a este valioso mecanismo universal y asegurar que se mantenga comprehensivo durante el segundo ciclo, de acuerdo con las normas que lo regulan y su espíritu constructivo.

En este sentido, muchos de los distinguidos participantes que están aquí en el día de hoy han ayudado a asegurar la presencia de delegaciones provenientes de países alejados de Ginebra y sin una Misión permanente allí. Además, se ha ofrecido cooperación bilateral y regional para la preparación de diversos informes nacionales. Me gustaría darles las gracias por su esfuerzo y alentarlos a continuar apoyando a otros países que así lo requieran. El Consejo ha avanzado en sus esfuerzos para apoyar la participación de los países menos desarrollados mediante el establecimiento de un Fondo Fiduciario Voluntario de Asistencia Técnica de Apoyo a la Participación de los Países menos Desarrollados y los Pequeños Estados insulares en desarrollo, en los trabajos del Consejo, que proporciona, entre otros aspectos,  capacitación y creación de capacidades. Este Fondo Fiduciario completará los fondos fiduciarios voluntarios ya existentes sobre cooperación técnica y sobre participación en el proceso del Examen Periódico Universal, y esperemos que favorezca la participación de Estados pequeños y en desarrollo en el trabajo del Consejo. Durante mi estancia en Nueva York me reuniré con representantes de algunos de los Estados que pueden beneficiarse de estos fondos fiduciarios.

Sr. Presidente, Excelencias,
Antes de concluir, quisiera referirme brevemente a los importantes desafíos que enfrenta el Consejo de Derechos Humanos en cuanto a los recursos necesarios para continuar con sus actividades.

En primer lugar, permítame informarles que se ha creado un Equipo de Tareas para el seguimiento de determinadas cuestiones derivadas del resultado de la revisión del Consejo, incluyendo la necesidad de mejorar los servicios de secretaría al Consejo, el acceso a los trabajos del Consejo para las personas con discapacidad, así como el uso de tecnologías de la información. Si bien la mayoría de las recomendaciones del Equipo de Tareas (o TF) no requieren recursos adicionales para su aplicación, quisiera destacar, en particular, la necesidad de fortalecer los servicios de conferencia de la Oficina de NU en Ginebra, en particular en las áreas de traducción y edición (por la recarga generada desde el establecimiento del EPU en 2008) y la necesidad de asegurar recursos del presupuesto ordinario para la cobertura del webcast del Consejo, el cual es la única manera de tener registro oficial de las reuniones del Consejo y del EPU, puesto que no disponemos más de recursos para actas resumidas.

Permítanme referirme ahora a otros asuntos presupuestarios. El número de resoluciones y decisiones aprobadas por el Consejo en 2012 asciende a 99. El número cada vez mayor de Procedimientos Especiales (ahora 48) y nuevos mandatos que deben contar con el apoyo o deben ser implementados por la Oficina del Alto Comisionado implica una significativa carga en términos de recursos. En efecto, mientras se requiere que la Oficina del Alto Comisionado cumpla con un número cada vez mayor de mandatos derivados de decisiones del Consejo, su presupuesto ordinario no ha seguido el ritmo de ese crecimiento. La Oficina del Alto Comisionado por lo tanto ha debido recurrir a  contribuciones voluntarias para poder cubrir las actividades encomendadas (lo que a su vez podría limitar su independencia o las posibilidades de ofrecer cooperación técnica solicitada por los Estados). Por ejemplo, la secretaría del Consejo depende de contribuciones voluntarias para pagar el 20% de sus necesidades. El presupuesto regular paga por el 53% del apoyo a los procedimientos especiales, que son expertos honorarios, y solo un 10% de las actividades de la Oficina en el terreno. Como podrá apreciarse, la OACNUDH cuenta con insuficiente financiación en comparación con otras partes de la Secretaría de la ONU (un 3% del total del presupuesto regular), a pesar que los derechos humanos constituyen uno de los tres pilares de la ONU, junto al desarrollo y la paz y la seguridad. Esta preocupante situación, reforzada por los recortes, amerita ser tratada por la Asamblea General en términos de asignación efectiva de recursos y de oportunidad de la acción. En efecto, deberían coordinarse esfuerzos en la Quinta Comisión y en otros órganos pertinentes, como el ACABQ, a los fines de asegurar el fortalecimiento sustancial del presupuesto ordinario de la Oficina del Alto Comisionado y con ello garantizar su independencia en el cumplimiento de su mandato, además de poder liberar recursos voluntarios para atender las crecientes demandas del terreno. Por tanto, me gustaría instarles de nuevo a trabajar con sus contrapartes en la Quinta Comisión para hacer frente a este serio desafío que enfrenta el Consejo de Derechos Humanos.

Para concluir, y dado que mi mandato llega a su fin a final de año, deseo que continúen trabajando mancomunadamente con mi sucesor o sucesora en la Presidencia del Consejo 2013.

Les doy las gracias por su atención y espero con interés escuchar sus comentarios y preguntas en el marco de nuestro diálogo interactivo.

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