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Conferencia de prensa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, al término de su visita oficial a Burkina Faso

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21 marzo 2024
Pronunciado por: El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas se dirige a la prensa en Uagadugú, Burkina Faso © ONU

Buenas tardes, estimados miembros de la prensa.

Acabamos de realizar una breve visita a Uagadugú, pero el personal de mi Oficina -destacado aquí desde 2021- ha venido manteniendo una estrecha colaboración con autoridades, elementos de la sociedad civil, activistas de derechos humanos, organismos de las Naciones Unidas y otros interlocutores, sobre los múltiples problemas de derechos humanos a los que se enfrenta la población de Burkina Faso.

Los derechos humanos tienen raíces profundas en esta región de África. Fue en la zona del Sahel, en Kurukan Fuga, donde se aprobó en el siglo XIII la Carta del Mandén. Desde entonces, los movimientos independentistas y de autodeterminación, contra la esclavitud y el apartheid, han seguido alimentando esas raíces.

Vine aquí a expresar mi solidaridad con el pueblo de Burkina Faso en estos tiempos difíciles y a tomar partido en pro de los derechos humanos al más alto nivel. Agradezco al presidente del gabinete de transición, el capitán Ibrahim Traoré, los debates exhaustivos y de amplio espectro que hemos sostenido hoy sobre la grave situación de seguridad, la situación socioeconómica y humanitaria, el cambio climático y el deterioro medioambiental, el espacio cívico, las desigualdades, la necesidad de forjar un nuevo contrato social y sobre cómo garantizar la participación de toda población burkinabé en el proceso de transición.

El sufrimiento de millones de burkinabeses es desgarrador. Hay 2,3 millones de personas que padecen inseguridad alimentaria, más de dos millones de desplazados internos y 800.000 niños sin escolarizar. En total, 6,3 millones de personas, de una población total de 20 millones, necesitan asistencia humanitaria. Sin embargo, esta situación ha salido de la agenda internacional y los recursos disponibles actualmente son completamente insuficientes para responder a las necesidades de la población. 

La situación de seguridad es más que alarmante. Extensas zonas del país viven bajo el terror impuesto por los grupos armados. En 2023, mi Oficina documentó 1.335 vulneraciones y abusos de derechos humanos y del derecho internacional humanitario, que abarcaron a unas 3.800 víctimas civiles. Los grupos armados fueron responsables de la gran mayoría de las violaciones perpetradas contra los civiles, en incidentes que involucraron a más del 86 por ciento de las víctimas. La protección de la población civil es lo más importante. Esta violencia sin sentido debe cesar y los responsables han de rendir cuentas de sus actos.

Comprendo perfectamente los graves retos que afrontan las fuerzas de seguridad y defensa en Burkina Faso y me siento optimista por las garantías de que se están tomando medidas para asegurar que esos órganos cumplen cabalmente las normas del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos. Agradezco que se me hayan transmitido esas garantías, en el contexto de informes sobre graves violaciones cometidas por las fuerzas de seguridad y los Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP), que deben ser investigadas de manera exhaustiva y sobre las que habrá que tomar las medidas correspondientes. Lo anterior es esencial para propiciar un contexto de ley y orden, fomentar la confianza entre la población civil y las autoridades estatales y luchar contra la impunidad.  

En el contexto de la transición en Burkina Faso, es esencial asegurar la participación y la integración, sobre todo de las mujeres y los jóvenes de todas las comunidades, en particular de las más marginadas. Asimismo, es fundamental que se genere un ambiente propicio para todos los agentes de la sociedad civil, que fomente la expresión de distintas opiniones y que permita que cada uno ejerza sus derechos humanos sin temor a represalias. 

Mi Oficina realizará el máximo esfuerzo con el fin de acompañar al pueblo de Burkina Faso en las próximas etapas de esta transición basada en los derechos humanos. Exhorto a la comunidad internacional a que no se desentienda de la grave situación que afronta esta población.

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