Condeno enérgicamente los ataques en gran escala realizados anoche por Irán contra el territorio de Israel. Esos ataques con drones y misiles tienen la capacidad potencial de causar daños significativos, más allá de los objetivos militares, y constituyen un riesgo para la población civil. Esa agresión solo añade más leña al fuego que ya abrasa la región. Recuerdo a las partes en conflicto las obligaciones que han contraído en virtud del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos.

Me preocupa profundamente el costo potencial, en términos humanitarios y de derechos humanos, de una posible escalada del conflicto en Oriente Medio. Insto a todas las partes a que adopten medidas para reducir las tensiones y pido a los demás Estados, en particular a los que pueden influir sobre la situación, que hagan cuanto esté a su alcance para garantizar que no se agrave una situación que ya es sumamente precaria.