Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Compromiso Global de Medidas por parte de Organizaciones Religiosas y Confesionales para abordar la Pandemia de la COVID-19 en Colaboración con las Naciones Unidas
28 mayo 2020
Declaración de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Consulta global virtual
Excelencias,
Nos hemos reunido aquí para analizar cómo dar nuestro apoyo a medidas de organizaciones religiosas y confesionales para combatir del mejor modo posible el impacto de la COVID-19.
Se trata de una labor vital: ayudar a devolver la esperanza a sociedades de todo el mundo que se han visto gravemente afectadas por las oleadas de muerte y daños para la salud originados por la pandemia; por la recesión que ésta ha provocado, y por sus devastadores consecuencias sociales.
Ante tanto sufrimiento y desesperación, necesitamos reactivar y promover los principios fundamentales de solidaridad, cooperación, compasión y asistencia mutua. Hemos de volver a dar prioridad a los profundos valores que nos mantienen a todos unidos.
Estoy convencida de que el futuro Compromiso de Medidas puede convertirse en un pilar para renovar la confianza y la atención hacia comunidades de todo el mundo que se enfrentan en la actualidad a muchos desafíos.
Los líderes religiosos, con la considerable influencia que ejercen sobre los corazones y las mentes de millones de personas, tienen un papel muy importante que desempeñar a la hora de guiar las respuestas a la pandemia.
Manifestándose claramente contra la intolerancia y el discurso de odio dirigidos contra múltiples comunidades minoritarias en todo el mundo, ustedes pueden contribuir a formar mentes y devolver el respeto por la diversidad y el valor de los pueblos de todo el mundo.
Necesitamos que ustedes nos ayuden a luchar contra el creciente miedo, rabia y desesperación que podemos contemplar en muchas sociedades que han padecido gravemente la COVID-19.
Al dar voz a los que se han quedado sin posesiones y han padecido de forma desproporcionada la pandemia, y al hacer un llamamiento a adoptar medidas concretas para prevenir y tratar estos daños, ustedes pueden aportar una contribución duradera a los esfuerzos locales, nacionales y globales para garantizar que la COVID-19 no profundice las desigualdades y la discriminación.
Ayudando a identificar a aquellas personas que de lo contrario podrían quedar excluidas de los esfuerzos destinados a mitigar la crisis; apoyando el flujo de información accesible para estos grupos; y proporcionando información a las autoridades sobre el impacto de estas medidas en estas comunidades, ustedes pueden salvar vidas.
Muchas minorías religiosas y étnicas están siendo gravemente afectadas por la COVID-19.
Aquellas personas que vienen sufriendo la marginación desde hace mucho tiempo suelen vivir en barrios superpoblados y con servicios insuficientes. Estas personas pueden tener un acceso limitado a empleos dignos, tener un acceso insuficiente a saneamiento adecuado, y sufrir patologías médicas subyacentes asociadas a una atención médica inadecuada, lo que les convierte en más vulnerables al contagio.
La situación económica precaria que suelen padecer supone que estas familias puedan resultar afectadas de forma desproporcionada por las consecuencias socio-económicas a resultas de la pandemia.
Estamos observando asimismo como muchas comunidades minoritarias están siendo estigmatizadas como supuestas portadoras del virus, siendo objeto de actos de discriminación además de ataques físicos y verbales.
Necesitamos de su liderazgo con visión de futuro; de su sentido de los principios; y de sus voces que transmiten autoridad y preocupación para combatir estas divisiones basadas en el odio.
La lucha por la igualdad y la justicia constituye el núcleo de la causa de los derechos humanos, así como del trabajo que desarrolla las Naciones Unidas. Nuestra consulta virtual de hoy sirve para aglutinar como una sola medida de Naciones Unidas un amplio abanico de iniciativas, incluyendo dos Planes de Acción del Secretario General, sobre el discurso de odio y para la protección de lugares religiosos; el Plan de Acción de Fez; los 18 compromisos sobre “Fe para los Derechos”; además del reciente manual Faith4Rights. Esta herramienta de aprendizaje entre iguales, la cual hemos venido probando en línea conjuntamente con Religiones para la Paz, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, y el Relator Especial sobre la libertad de religión o de creencias, incluye ejercicios acerca del impacto de la COVID-19 sobre las mujeres, niñas y minorías.
Los desafíos relacionados con la COVID-19 que vemos en la actualidad pueden tener su continuación mañana en otros retos para la humanidad y para nuestros valores universales. Mi Oficina junto con nuestros socios estamos determinados a ayudar a hacer del Compromiso de Medidas un marco sólido y orientado a la obtención de resultados para impulsar el trabajo de las diversas organizaciones religiosas a nivel comunitario y local. Asociándonos con las distintas organizaciones religiosas y compartiendo una visión común y una misma estructura, esperamos fomentar una comunidad de prácticas, aprendiendo unos de los otros y estimulando iniciativas prometedoras basadas en los derechos humanos y en la colaboración y el respeto mutuos.
Espero con mucho interés este intercambio de ideas.
Muchas gracias.