En todo el mundo, vemos como se está produciendo un aumento alarmante de la xenofobia, el racismo y la intolerancia, el cual incluye el incremento del antisemitismo, el odio contra los musulmanes y la persecución de los cristianos..

• Las redes sociales y otras formas de comunicación están siendo explotadas como plataformas para difundir la intolerancia.
• Los movimientos neonazis y supremacistas blancos están en auge.
• El discurso público es usado como arma para obtener ganancias políticas usando una retórica incendiaria que estigmatiza y deshumaniza a las minorías, los migrantes, los refugiados, las mujeres y al denominado «el otro».

Este no se trata de un fenómeno aislado o las opiniones ruidosas de unas pocas personas al margen de la sociedad.

El odio se está integrando en el discurso mayoritario tanto de las democracias liberales como de los regímenes autoritarios, a la vez que proyecta su sombra sobre nuestra humanidad común.

Este discurso socava la cohesión social, erosiona valores que compartimos todos, y puede sentar las bases para crear violencia, retrasando la causa de la paz, la estabilidad, el desarrollo sostenible y la dignidad humana.