La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas expresa su gran preocupación por la violencia generalizada, así como por las acusaciones de un uso de la fuerza innecesario y desproporcionado, incluyendo el uso de armas de fuego, por parte de la policía durante las protestas en Kenya. Informes afirman que hasta 23 personas han resultado asesinadas y docenas heridas en las manifestaciones acontecidas la semana pasada.

Exigimos investigaciones inmediatas, minuciosas, independientes y transparentes sobre esas supuestas muertes y lesiones. Se deben exigir responsabilidades a los autores. Es necesario adoptar medidas eficaces para evitar más muertes y lesiones.

Ante los llamamientos a celebrar más protestas la semana que viene, insto a las autoridades a asegurar el derecho de reunión pacífica tal como garantiza la Constitución de Kenya y la normativa internacional de derechos humanos. El control policial de las protestas debe intentar facilitar las reuniones pacíficas, y cualquier uso de la fuerza debe guiarse por los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación. No se deben utilizar nunca armas de fuego para dispersar protestas.

Hacemos un llamamiento a la calma y animamos a entablar un diálogo abierto con el fin de abordar las reclamaciones de tipo social, económico y político, con el fin de identificar soluciones duraderas en interés de todos los kenianos y kenianas.