Mostramos nuestra enorme preocupación por el aumento de los ataques en Túnez contra migrantes, la mayoría de ellos procedentes del sur del Sáhara, así como contra personas y organizaciones que trabajan para ayudarles.  Al mismo tiempo, estamos siendo testigos de un incremento en el uso de retórica racista y deshumanizante contra migrantes negros y contra personas negras tunecinas.

Nuestra Oficina ha registrado varios incidentes de detención arbitraria de defensores y defensoras de derechos humanos, abogados y periodistas críticos con el gobierno, así como con sus políticas en materia de migración.

Las supuestas redadas realizadas la semana pasada en el Colegio de Abogados de Túnez socavan el estado de derecho y violan normas internacionales sobre la protección de la independencia y función de la abogacía.  Todos estos actos constituyen formas de intimidación y acoso.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk insta a las autoridades a respetar y salvaguardar las libertades de expresión, asociación y reunión pacífica, tal como queda garantizado en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del cual es parte Túnez.  Además, es obligatorio respetar el estado de derecho, y las personas que hayan sido detenidas arbitrariamente, incluso por defender los derechos de los migrantes y luchar contra la discriminación racial, han de ser puestas en libertad.  Es necesario proteger los derechos humanos de todos los migrantes, y se ha de poner fin al discurso de odio xenófobo.