«Estoy consternado por otra nueva serie de ataques coordinados a gran escala con misiles y drones por parte de la Federación de Rusia, por todo el territorio de Ucrania, durante la noche del 28 al 29 de diciembre.

El ataque masivo golpeó zonas densamente pobladas en muchas ciudades y pueblos, incluyendo Kyiv, Lviv, Khmelnytskyi, Cherkasy, Sumy, Dnipro, Kharkiv, Odesa, y Zaporizhzhia. El ataque afectó también a un amplio número de infraestructuras civiles, incluyendo edificios residenciales, un hospital materno, escuelas, guarderías, parques, una estación de metro, además de un centro comercial, y también infraestructura energética. Se interrumpió la electricidad en varias regiones, tras daños provocados a líneas de transmisión.

Al menos 123 civiles resultaron muertos y 134 heridos. Grupos de rescate siguen buscando personas atrapadas bajo los escombros de edificios residenciales.

El derecho humanitario internacional prohíbe de forma explícita los ataques dirigidos de forma deliberada contra objetos civiles, así como los ataques discriminados, en cualquier circunstancia. Reitero mi llamamiento a la Federación de Rusia a que cese sus ataques contra Ucrania de forma inmediata, y a que respete estrictamente todas las normas del derecho internacional relativas al desarrollo de las hostilidades.