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Informe de las Naciones Unidas señala el ‘ambiente de miedo’ que prevalece en las zonas ocupadas de Ucrania, a medida que las tropas rusas consolidan su dominio

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20 marzo 2024

Equipo de la HRMMU en el lugar de la tragedia en el pueblo de Groza, donde un ataque con misiles mató al menos a 52 civiles. 7.10.2023 ©ACNUDH

GINEBRA (20 de marzo de 2024) – La Federación de Rusia ha creado un contexto de miedo en zonas ocupadas de Ucrania, al perpetrar vulneraciones generalizadas del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, en su esfuerzo por consolidar el control sobre la población que reside en ellas, según explica un informe de la Oficina del ACNUDH publicado hoy.

El informe, basado en más de 2,300 entrevistas con víctimas y testigos, examina las medidas adoptadas por la Federación de Rusia para imponer el idioma ruso, la ciudadanía, las leyes, el sistema judicial y los planes de estudios escolares en las zonas ocupadas, mientras suprime las expresiones de la cultura y la identidad ucranianas y desmantela los sistemas de gobierno y administración de Ucrania en esas regiones.

“Las medidas aplicadas por la Federación de Rusia han trastornado la urdimbre social de esas comunidades y han dejado a las personas aisladas, con profundas y duraderas consecuencias para la sociedad ucraniana en su conjunto”, afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.

Aunque la Federación de Rusia comenzó su ocupación del territorio ucraniano en Crimea, en 2014, el informe se centra en la situación de los territorios ucranianos ocupados por las fuerzas rusas tras la invasión en gran escala iniciada el 24 de febrero de 2022. Desde el principio, las fuerzas armadas rusas actuaron con impunidad, cometieron numerosas violaciones, entre otras detenciones arbitrarias de civiles, a menudo acompañadas de torturas y malos tratos, que en determinados casos equivalían a desapariciones forzadas. Aunque inicialmente el ejército ruso se ocupó de personas a las que consideraba una amenaza para la seguridad, con el paso del tiempo la red represiva se amplió hasta incluir a toda persona sospechosa de oponerse a la ocupación.

Las tropas rusas emplearon la fuerza para disolver manifestaciones pacíficas, limitaron la libertad de expresión, impusieron estrictos controles sobre los movimientos de las personas y saquearon hogares y negocios.

Las autoridades de ocupación cerraron el servicio ucraniano de Internet y las redes móviles, los canales de radio y televisión, y reorientaron el tráfico a través de redes rusas, con lo que podían controlar la información accesible en línea y evitaban que la población pudiera informarse a través de fuentes independientes, sus familiares o amigos. Se alentó a la gente a que delataran a sus amigos y vecinos, lo que hizo cundir el miedo entre todos.

En el informe se señala que determinadas medidas adoptadas por la Federación de Rusia con miras a suprimir la identidad ucraniana han repercutido especialmente sobre los niños. En numerosas escuelas, las autoridades rusas reemplazaron los planes de estudio ucranianos por los rusos e introdujeron libros de texto con narraciones cuyo propósito era justificar la agresión armada contra Ucrania. Asimismo, reclutaron a muchos niños en grupos juveniles que les inculcan expresiones de patriotismo ruso.

En los territorios ocupados, la población ha sido presionada y obligada a aceptar pasaportes rusos. Quienes se negaban quedaban señalados ante las autoridades de ocupación, sufrían mayores restricciones de movimiento y poco a poco veían cómo se les negaban empleos en el sector público y acceso a la atención sanitaria y los beneficios de la seguridad social.

En el informe también se examina detalladamente la situación vigente en zonas recuperadas por las tropas ucranianas a finales de 2022, entre otras la región de Mykolaiv y partes de Jarkiv y Gerson, a las que miembros del personal del ACNUDH pudieron acceder posteriormente.

“La invasión, ocupación y posterior recuperación de estas zonas por fuerzas ucranianas arrojó un saldo de hogares e infraestructuras dañados, terrenos contaminados por minas y restos de explosivos, recursos saqueados, una economía local en colapso y una comunidad traumatizada y desconfiada”, señala el informe.

En el documento se destaca además que el gobierno de Ucrania se enfrenta al reto de reconstruir y restaurar los servicios en esas zonas. También debe enfrentarse al legado de vulneraciones del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos dejado por la ocupación, entre otros, una amplia gama de investigaciones sobre crímenes de guerra.

El informe refleja la preocupación de que una cláusula muy general y mal definida del Código Penal de Ucrania haya permitido que numerosas personas sean imputadas por cargos de colaboración con el enemigo y por actos que pueden ser legalmente exigidos por las autoridades de ocupación, en virtud del derecho internacional humanitario, por ejemplo, la obligación de trabajar para garantizar los servicios esenciales. También se han formulado otras imputaciones contra personas que colaboraron con las autoridades de ocupación bajo amenaza o por la fuerza.

“Esas acusaciones han hecho que, por desgracia, algunas personas hayan sido víctimas dos veces -primero bajo la ocupación rusa y luego, procesadas por colaborar con el enemigo-. Este riesgo de enfrentarse a imputaciones dobles ha sembrado el miedo entre quienes vivían, o aún viven, en zonas ocupadas y ha agudizado las divisiones”, advirtió el Alto Comisionado, que instó a Ucrania a que revise su estrategia en lo tocante a estos procesos judiciales.

Una vez más, el Alto Comisionado pidió a la Federación de Rusia que cese de inmediato sus ataques armados contra Ucrania y que retire sus tropas hacia las fronteras reconocidas por la comunidad internacional, de acuerdo con lo dispuesto en las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de las Naciones Unidas y las normas del derecho internacional.

“Habida cuenta de la escala y profundidad de las vulneraciones sufridas por la población en las zonas ocupadas, es preciso aplicar un enfoque de amplio espectro en materia de rendición de cuentas, que abarque tanto la justicia penal como medidas exhaustivas para promover la búsqueda de la verdad y las reparaciones, y que contribuya a eliminar el peligro de reincidencia. La comunidad internacional debería apoyar a Ucrania en todos estos aspectos”, declaró Türk.

Si desea leer el texto íntegro del informe, pulse aquí: https://www.ohchr.org/en/documents/country-reports/human-rights-situation-during-russian-occupation-territory-ukraine-and

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