GINEBRA (23 de abril de 2024) - El Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Volker Türk deploró hoy la serie de ataques por parte de Israel en Rafah ocurridos durante los últimos días y que provocaron la muerte de sobre todo mujeres y niños, a la vez que reiteraba su advertencia contra una incursión a gran escala en una zona donde 1,2 millones de civiles han sido arrinconados por la fuerza.

Una operación de este calibre conduciría a nuevas infracciones del derecho internacional humanitario y de la normativa internacional de derechos humanos, avisó Türk. Se correría el riesgo de añadir más muertes, lesiones y un desplazamiento a gran escala, así como de más crímenes atroces, por todos los cuales se exigirían responsabilidades a sus autores. El Consejo de Seguridad ya había demandado una cesación del fuego inmediata en marzo pasado.

«Los líderes mundiales mantienen una misma posición en lo que respecta a la obligación de proteger a la población civil atrapada en Rafah,» declaró el Alto Comisionado.

«Las últimas imágenes que hemos visto de un niño prematuro siendo sacado del vientre de su madre moribunda, así como las imágenes de las dos casas adyacentes donde murieron 15 niños y cinco mujeres, esto no tiene nada que ver con la guerra.»

El 19 de abril, un edificio de apartamentos fue alcanzado en la zona de Tal Al Sultan, en Rafah, matando a nueve palestinos, incluyendo a seis niños y dos mujeres.  Otro ataque el 20 de abril contra dos viviendas colindantes en la zona de At Tanour en el este de Rafah acabó aparentemente con la vida de 20 personas palestinas, 15 niños y cinco mujeres.  Un ataque en el Campamento de As Shabora en Rafah el mismo día acabó supuestamente con la vida de cuatro personas, incluyendo una niña y una mujer embarazada.

A fecha de 22 de abril, según las autoridades de Gaza, de las 34,151 personas palestinas asesinadas en Gaza, 14.685 han sido niños y 9.670 mujeres. Otras 77.084 han resultado heridas, y se cree que más de otras 7.000 personas permanecen bajo los escombros.

«Cada 10 minutos un niño es asesinado o herido.  Todos ellos están protegidos por las leyes de la guerra, y a pesar de esto son ellos los que están pagando de forma desproporcionada el precio más alto en esta guerra,» afirmó Türk.

Türk señaló que estaba horrorizado por la destrucción del Complejo Médico An Nasser y el Complejo Médico Al Shifa, así como por el supuesto descubrimiento de varias fosas comunes en estas localizaciones y alrededor de las mismas.  Türk demandó una investigación independiente, eficaz y transparente de todas estas muertes.

"Dado el clima generalizado de impunidad, esta investigación debería incluir a investigadores internacionales," añadió.  "Los hospitales deben gozar de una protección especial en virtud del derecho internacional humanitario.  Además, el asesinato deliberado de civiles, detenidos y otras personas fuera de combate supone un crimen de guerra."

El Alto Comisionado afirmó que el indescriptible sufrimiento derivado de los combates, así como la miseria, destrucción, hambruna y enfermedades que estos provocan, junto con un mayor riesgo de conflicto, debe acabar de una vez por todas.  Él reiteró su llamamiento a una cesación del fuego inmediata, a la puesta en libertad de los rehenes y de las personas que permanecen bajo detención arbitraria, además del flujo sin trabas de ayuda humanitaria.

Al mismo tiempo, Türk añadió que continuaban produciéndose graves violaciones de derechos humanos en la Ribera Occidental ocupada.  A pesar de las condenas internacionales de los ataques a gran escala por parte de colonos sucedidos entre el 12 y el 14 de abril, y permitidos además por las Fuerzas de Seguridad de Israel (ISF, según siglas en inglés), la violencia por parte de los colonos ha continuado produciéndose con el apoyo, protección e incluso la participación de las ISF.

Durante una operación de 50 horas de duración en el campamento de refugiados de Nur Shams y en la ciudad de Tulkarem y que comenzó el 18 de abril, las ISF desplegaron efectivos terrestres, excavadoras y drones, además de cerrar completamente el campamento.  Catorce personas palestinas resultaron muertas, tres de las cuales eran niños.  Diez miembros de las ISF resultaron heridos.

La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas recibió informes de que varios palestinos fueron asesinados de forma ilícita y de que las ISF usaron a personas palestinas desarmadas como escudo para proteger a sus fuerzas ante ataques además de asesinar a otros palestinos en lo que parece ser ejecuciones extrajudiciales.  Docenas de personas fueron aparentemente detenidas y sometidas a malos tratos.  Las ISF causaron destrucción sin precedentes y posiblemente desproporcionada contra el campamento y su infraestructura.

El 20 de abril, las ISF o colonos dispararon y mataron a un conductor de ambulancia palestino de 50 años de edad.  La ambulancia se encontraba evacuando a dos palestinos que habían resultado heridos por munición real durante un ataque por colonos, quienes iban acompañados de las ISF, en As Sawiya, Nablus.