Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas muestra su preocupación por las medidas de aplicación de la ley contra manifestantes en diferentes universidades

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk expresó el martes su preocupación por una serie de medidas estrictas adoptadas para dispersar y desmantelar las protestas que tienen lugar en diferentes campus universitarios de los Estados Unidos de América.

«La libertad de expresión y el derecho a reunión pacífica son fundamentales en cualquier sociedad, en especial cuando existe un profundo desacuerdo en relación a cuestiones clave, como existe actualmente en relación con el conflicto en el Territorio Palestino Ocupado y en Israel,» declaró Türk.

Durante las últimas semanas, miles de estudiantes pertenecientes a universidades norteamericanas han venido protestando contra la guerra en Gaza.  Durante estos últimos días también se han desarrollado manifestaciones a gran escala en campus de otros países. Muchas de las protestas han transcurrido sin incidentes, y continúan produciéndose.  No obstante, en diferentes localizaciones, las protestas han sido dispersadas o desmanteladas por las fuerzas de seguridad.  Cientos de estudiantes han sido detenidos. Muchos de ellos y ellas han sido puestos en libertad posteriormente, a la vez que otros han de enfrentarse a varias acusaciones o a sanciones académicas.

Es necesario examinar detalladamente las medidas aplicadas por las autoridades universitarias y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley con el fin de reprimir estas manifestaciones, con el objeto de garantizar que estas medidas no van más allá de lo estrictamente necesario para proteger los derechos y libertades de otras personas, o se aplican con otro objetivo legítimo como por ejemplo el mantenimiento de la salud u orden públicos, añadió Türk.

«Me preocupa la posibilidad de que algunas de las medidas aplicadas para el mantenimiento del orden en varias universidades parecen ser desproporcionadas en sus consecuencias,» señaló Türk.

Türk subrayó que una conducta y discurso antisemita eran absolutamente inaceptables y profundamente preocupantes.  Una conducta y discurso anti-árabe y anti-palestino son igualmente censurables, afirmó.

«Debemos repudiar con firmeza toda incitación a la violencia u odio por razones de identidad o diferentes puntos de vista, ya sean reales o supuestas,» aseguró.  «Ya hemos visto cómo una retórica peligrosa de este tipo puede conducir rápidamente a violencia real.»

«Estas conductas pueden, y deben, ser enfrentadas de forma individual, en lugar de mediante medidas radicales que lleven a atribuir a todos los miembros de una protesta los puntos de vista inaceptables de unos pocos.  Aquí, como en cualquier otro lugar, la respuesta que ofrezcan las universidades así como los órganos encargados de aplicar la ley han de guiarse por la normativa de derechos humanos, permitiendo a la vez un debate vibrante y la protección de espacios seguros para todas las personas.»

El Alto Comisionado destacó que cualquier restricción a la libertad de expresión y al derecho de reunión pacífica deben guiarse estrictamente por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad. Estas normas deben aplicarse asimismo sin discriminación alguna, añadió él.

«Las universidades de EE.UU. cuentan con una consolidada tradición histórica de activismo estudiantil, de sonoros debates y de libertad de expresión y reunión pacífica,» explicó Türk.  «Debe quedar claro que los ejercicios legítimos de la libertad de expresión no pueden confundirse con la incitación a la violencia y el odio.»