Condeno todos los actos hostiles que comprometen la entrada y distribución de ayuda humanitaria urgente hacia Gaza. El puñado de cruces por tierra hacia Gaza se mantiene como único salvavidas para el suministro de alimentos, medicinas, combustible y productos básicos, los cuales ha de permitirse que lleguen a una población desesperada y aterrorizada.

Insto a todas las partes a asegurar que no se pone en peligro mediante operaciones militares el cruce de civiles y productos básicos necesarios para la supervivencia de la población civil.

Dada la especial importancia que reviste para todos los civiles de Gaza la libre circulación de ayuda humanitaria, ambas partes deben prestar especial atención para garantizar que estos puntos de cruce se mantienen seguros y operativos, y que no son objetivos directos de ataques ni tampoco resultan dañados de forma colateral.

Reitero mi llamamiento a todas las partes en el conflicto a deponer sus armas de manera inmediata, y a asegurar que toda la ayuda humanitaria consigue llegar a todas las personas sin dilación alguna, de forma sostenida y libre de obstáculos, acorde con las necesidades de toda la población palestina en Gaza.