Estamos sumamente consternados por la elevada cifra de muertes acontecidas durante la semana pasada en Brasil, donde al menos 45 personas resultaron muertas en diferentes partes del país durante operaciones policiales presuntamente dirigidas a combatir el tráfico de drogas y el crimen organizado. Estas cifras hacen que esta haya sido una de las semanas más sangrientas en muchos años.

Estas muertes siguen a otros casos de violencia policial y supuestas ejecuciones extrajudiciales de las que se ha informado en años recientes en circunstancias que no quedaron nunca suficientemente aclaradas y donde no se exigieron nunca cuentas a sus autores.

En años recientes, la cifra total de muertes durante operaciones policiales en Brasil ha disminuido en cierta medida, aunque han aumentado las muertes de personas brasileñas afrodescendientes a manos de la policía, lo que hace que la brecha actual vaya en aumento.

Hacemos un llamamiento a las autoridades a que realicen una investigación independiente, exhaustiva e imparcial sobre todas estas muertes, en consonancia con la normativa internacional de derechos humanos, y que se exijan cuentas a todos los responsables. Estos nuevos casos refuerzan la necesidad urgente de desarrollar y poner en práctica políticas y prácticas adecuadas con el fin de prevenir violaciones de los derechos humanos durante operaciones policiales.

También recordamos a las autoridades brasileñas que deben abstenerse de emplear la fuerza a menos que sea estrictamente necesario y siempre en pleno cumplimiento con los principios de legalidad, precaución y proporcionalidad.

FIN