Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
La participación masiva de los jóvenes es esencial para proteger al planeta y a nuestros derechos, afirma Türk
26 septiembre 2023
Pronunciado por
Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
En
54º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU
Mesa redonda sobre los jóvenes y los derechos humanos:
“Compromiso de los jóvenes en la lucha contra el cambio climático y su participación en los
procesos mundiales de toma de decisiones relativas al medio ambiente”
Sr. Vicepresidente,
Excelencias,
Distinguidos ponentes,
Le agradezco, señor vicepresidente, la invitación para participar en esta mesa redonda sobre la juventud y los derechos humanos. Me complace especialmente ver el gran número de jóvenes que participan en este acto; esta presencia es realmente importante para el Consejo.
Me parece particularmente apropiado que el tema de hoy sea la participación de los jóvenes en la lucha contra el cambio climático y en los procesos de toma de decisiones medioambientales a escala mundial.
El mes pasado, cuando viajé al sur de Iraq, experimenté la intensidad de un calor de 50 grados Celsius en lo que antaño fue una zona fértil, pero donde hoy han desaparecido los cursos de agua que un día la irrigaron.
Aunque la repercusión de la triple crisis planetaria -el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación- ya se deja sentir en la actualidad, son las generaciones futuras las que, por desgracia, tendrán que soportar el grueso de sus efectos.
Son, pues, los jóvenes quienes han de dar un paso al frente, con compromiso y creatividad, para exigir medidas inmediatas y ambiciosas de parte de los gobiernos y las empresas, ante esta crisis sin precedentes que afecta al planeta y a nuestros derechos humanos.
Los jóvenes saben que no hay tiempo que perder.
Si afrontamos con seriedad la escala del desafío ante el que nos encontramos, es esencial que aprendamos de los jóvenes acerca de sus experiencias en materia de participación en el proceso de toma de decisiones relativas al clima y el medio ambiente.
Y aprender además sobre qué debemos cambiar para que este compromiso sea realmente provechoso y para que sus ideas y recomendaciones puedan ponerse en vigor.
Al escuchar el relato de estas experiencias, recuerdo que el activismo juvenil desarrollado durante décadas ha aportado el impulso necesario para muchos de los avances que se han realizado hasta ahora en lo tocante a proteger el planeta.
Desde la participación en procesos internacionales sobre la biodiversidad y los plásticos, hasta el impulso en pro del reconocimiento del derecho a un medio ambiente saludable.
Y el compromiso de los jóvenes sigue hoy inspirándome con su visión, creatividad y energía.
Aquí vamos a informarnos, por ejemplo, de la notable labor que lleva a cabo la World’s Youth 4 Climate Justice Campaign [Campaña mundial de jóvenes en pro de la justicia climática].
Y en fecha reciente me ha sorprendido la ola de demandas judiciales relativas al clima, presentadas por niños y jóvenes, sobre la base de los derechos humanos, en el mundo entero. A medida que los tribunales tienen en cuenta la solidez jurídica de estos casos, las demandas van obteniendo buenos resultados en diverso grado.
En la actualidad, el mundo es el hogar de la generación joven más nutrida de la historia: 1.800 millones de personas.
No obstante, este importante sector de la población mundial tropieza con múltiples obstáculos cuando trata de participar en procesos relativos al cambio climático y la toma de decisiones medioambientales.
Y esto ocurre así, pese a que su derecho a participar está consagrado en el derecho medioambiental y la normativa internacional de derechos humanos. Entre los obstáculos figuran las limitaciones presupuestarias y la escasez de conectividad digital, que limitan la educación en estas materias.
Pero también influye la situación de seguridad. Los jóvenes activistas de los derechos humanos medioambientales tienen que enfrentarse a las amenazas físicas y virtuales, la reducción del espacio cívico y, cada vez con mayor frecuencia, a la criminalización de sus legítimas actividades.
Estos impedimentos se multiplican para los jóvenes que padecen formas interrelacionadas de discriminación o que están en situación de especial vulnerabilidad, como los que viven con discapacidades, los jóvenes indígenas y las mujeres.
E incluso en situaciones donde la participación es posible, esta suele estar coartada por las limitaciones de acceso, la escasa información y la falta de transparencia gubernamental.
Estimados colegas:
Mi Oficina ha publicado directrices relativas a la aplicación real del derecho de participación. Estas orientaciones se han difundido ampliamente mediante las redes sociales que frecuentan los jóvenes y, como es obvio, constituyen también un recurso útil para los Estados.
Además, hemos colocado el compromiso juvenil en el eje mismo de la iniciativa Derechos Humanos 75.
Hemos establecido un grupo asesor juvenil que nos ha aportado ideas muy valiosas para esta iniciativa y hemos preparado una Declaración de la Juventud, en la que se aprovecharon los puntos de vista y las recomendaciones procedentes de nuestra consulta mundial entre los jóvenes.
De modo que este año en que celebramos el 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, insto a todos y cada uno de los Estados Miembros a que respondan a las aspiraciones de los jóvenes y otorguen prioridad a su participación en los procesos relativos al clima y el medio ambiente.
Esto puede lograrse trabajando de manera urgente para suprimir los obstáculos que impiden el compromiso significativo de los jóvenes y fomentando su participación activa en calidad de expertos, agentes dinámicos del cambio y aliados en la elaboración de soluciones.
Solo mediante un esfuerzo mancomunado podremos lograr los cambios radicales que el mundo necesita para proteger nuestro planeta, en aras de las generaciones venideras.
Muchas gracias.
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