Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Türk insta a tomar medidas contra la corrupción y la circulación ilícita de capitales
Reunión de expertos sobre los obstáculos a la repatriación de fondos de origen ilícito a los países de origen y su repercusión sobre el disfrute de los derechos humanos [Grabación del 31 de enero de 2024]
13 febrero 2024
Pronunciado por
Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
En
Ginebra
Excelencias,
Distinguidos ponentes, colegas y amigos:
La corrupción desvía, en aras del interés personal, los recursos comunes que deberían beneficiar a toda la sociedad. Es una práctica que reduce los fondos que el Estado podría emplear en la promoción de todos los derechos humanos, entre otros el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, y el derecho al desarrollo.
La corrupción y la circulación ilícita de fondos vinculada a este fenómeno perjudican también a las instituciones estatales y al Estado de Derecho, al menoscabar uno de los pilares fundamentales del sistema de justicia penal: la imparcialidad.
Las altas tasas de fuga de capitales y la circulación ilícita de fondos financieros -un concepto que abarca el fraude fiscal y la evasión tributaria, el soborno y otras prácticas de falsedad documental, el blanqueo de capitales y la transferencia de fondos procedentes de actividades corruptas o delictivas- pueden ascender a miles de millones de dólares al año.
Y no se trata de delitos carentes de víctimas. Numerosas mujeres mueren durante el parto porque las autoridades no disponen de fondos suficientes para financiar la atención primaria. Las vidas de miles de niños resultan perjudicadas para siempre porque no hay recursos para financiar la educación de calidad que podría aumentar sus competencias y oportunidades.
Por ejemplo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), calcula que los países africanos que presentan tasas elevadas de circulación ilícita de capitales gastan, en promedio, un 58% menos en educación y un 25% menos en salud pública. El año pasado, la Asamblea General de la Unión Africana se comprometió a tomar medidas enérgicas para reducir la circulación ilícita de capitales que detrae recursos que deberían destinarse al desarrollo económico y social, y a recuperar esos fondos malversados. Encomio el esfuerzo que el Grupo Africano lleva a cabo para presentar estos asuntos ante el Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General. Asimismo, aplaudo la labor que realizan la UNCTAD y la UNODC para facilitar la actuación específica en este campo, mediante el cálculo de los flujos financieros ilícitos a través del Marco Conceptual para la Medición Estadística de los Flujos Financieros Ilícitos . Saludo también la resolución relativa a la medición de la corrupción, aprobada en la Décima Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción.
Todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas se han comprometido a luchar contra la circulación ilícita de capitales y a reducir significativamente su volumen, como parte del esfuerzo que se realiza en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 sobre justicia e instituciones sólidas, en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, en el contexto de la Agenda de Acción de Addis Abeba y en el Consejo de Derechos Humanos.
Pero los compromisos deben respaldarse con actos. Y los actos orientados a combatir la corrupción y los flujos financieros ilícitos pueden enfrentarse a una poderosa resistencia, tanto nacional como internacional.
La Conferencia de los Estados Partes en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción y su Grupo de trabajo de composición abierta sobre la recuperación de activos fueron creados por las Naciones Unidas con miras a fomentar la recuperación de los fondos robados. Para contribuir a impulsar esta tarea, en 2022 mi Oficina publicó el volumen Principios recomendados sobre derechos humanos y recuperación de activos.
Estos Principios Recomendados abarcan todo el ciclo de recuperación de activos, desde la prevención y detección de la corrupción hasta el rastreo de sus beneficios, la preservación y confiscación de esos fondos, su recuperación y posterior asignación. Al promover un enfoque basado en los derechos humanos, estos principios garantizan que la atención se centre sobre las víctimas de esos delitos.
La recuperación de fondos debe ser un esfuerzo conjunto. Ningún país puede, por sí solo, erradicar de manera eficaz la circulación ilícita de fondos. La índole transnacional de estos flujos de capital exige la más estrecha colaboración entre los Estados.
Según el Informe del Secretario General sobre la coordinación y la cooperación internacionales para combatir el flujo de fondos financieros ilícitos, publicado en julio de 2023, ha aumentado el número de países que participan en los esfuerzos orientados a la recuperación de activos en el plano internacional. Las medidas transnacionales para rastrear y retener fondos sustraídos se han vuelto más comunes. Entre 2017 y 2021, más de 2.300 millones de dólares estadounidenses procedentes de la corrupción fueron devueltos a sus países de origen, en comparación con los 1.400 millones restituidos entre 2010 y 2016.
Pero todavía hay grandes sumas de dinero de origen ilícito que permanecen apiladas y escondidas en bancos, tanto en el país de origen como en el resto del mundo, donde siguen generando ganancias. El trabajo que ustedes realizan hoy, al identificar los obstáculos que impiden rastrear y repatriar estos fondos, y examinar las mejores maneras de abordar el problema, puede aportar importantes perspectivas sobre este crucial asunto.
Es preciso que haya rendición de cuentas para luchar contra la impunidad y contribuir a la reparación del daño causado a las víctimas.
Es preciso que las instituciones bancarias comprendan cabalmente que cuando ayudan a los corruptos a beneficiarse de sus delitos, están dañando a la sociedad en su conjunto.
Quiero hacer hincapié en este punto: la lucha contra los flujos financieros ilícitos es la piedra angular de toda economía basada en los derechos humanos y es esencial para construir sociedades más justas y resilientes, que inviertan en la dignidad humana, los derechos y la justicia.
Ese combate contribuirá a poner fin al sufrimiento y las muertes prevenibles, al subdesarrollo evitable y a las quejas, la violencia y el conflicto que se pueden prevenir.
Aplaudo la presencia de todos ustedes en esta reunión de expertos, en particular la de los miembros de la UNODC y el PNUD, y espero con interés los resultados de sus debates.
Muchas gracias.
Vídeos:
Sr. Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (mensaje de vídeo)
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