Túrk aplaude la creación de una nueva alianza de la sociedad civil en Austria

Damas y caballeros:

Me complace especialmente poder acompañarles de manera virtual en esta conferencia.

En junio pasado, me reuní con muchos de ustedes en el encuestro que celebramos con motivo de mi visita a Austria. Recuerdo muy bien lo que se dijo en esa ocasión: hablamos acerca de la función esencial que desempeña la sociedad civil en el movimiento de derechos humanos, tanto aquí en Austria como en el resto del mundo.

Una alianza austríaca de ámbito nacional consagrada a los derechos humanos será capaz de realizar una importante contribución a la creación de redes y la movilización de diversos grupos de la sociedad civil y las entidades académicas, lo que añadiría un peso adicional a nuestra labor en pro de los derechos humanos. Por consiguiente, aplaudo la creación de esta alianza.

Supongo que esta iniciativa empoderará a sus miembros para que refuercen su acción, expresen sus opiniones con mayor energía y amplíen su influencia.

Una alianza como ésta apoyaría los esfuerzos orientados a la defensa de los derechos humanos y el Estado de Derecho, en especial los de las mujeres, las minorías, las personas mayores, las que viven con discapacidad y los miembros del colectivo LGBTIQ+.

Con miras a las elecciones que tendrán lugar este año, no solo en Austria sino en más de 60 países del mundo, esta alianza debe desempeñar la importante función de instruir y concienciar a los electores, así como la de situar a los derechos humanos en un lugar prominente dentro de los programas políticos. Los votantes deberían ser capaces de reconocer las posturas de cada partido en materia de derechos humanos. Es fundamental velar por que las personas y sus derechos ocupen el centro del debate político.  

A menudo, me sorprende y conmueve lo que escucho en los debates públicos, lo mismo en Austria que en otros países.

Debemos tomar posición en contra de los relatos que alimentan la ira, el odio y la violencia contra los judíos, los musulmanes, los afrodescendientes, los migrantes, los refugiados y los miembros de minorías étnicas.

Debemos oponernos con firmeza a los esfuerzos orientados a marginar a estos grupos o a usarlos como chivos expiatorios.

Debemos velar por la imparcialidad y la eficacia del órgano independiente encargado de supervisar la violencia policial, creado recientemente. Para contrarrestar la discriminación, es preciso aplicar exhaustivamente el principio de igualdad. Necesitamos medidas adicionales para abordar los delitos de odio y violencia contra las mujeres, incluso en la política y la administración pública.

Esta nueva alianza congrega a numerosas iniciativas sociales, en torno a diversos temas y líneas divisorias, con lo que aúna fuerzas contra las injusticias existentes y ayuda a superar la división social, con miras a preservar y hacer realidad la dignidad humana, la igualdad y la justicia social, protegiendo y promoviendo todos los derechos humanos, entre otros el derecho a disfrutar de un medio ambiente limpio, saludable y sostenible.

Invito a sus miembros a que colaboren con todos los organismos de derechos humanos de las Naciones Unidas, incluida mi Oficina.

Les deseo mucho éxito en su tarea y espero que puedan colaborar estrechamente, en particular durante este año marcado por tantas tensiones sociales y geopolíticas.

Muchas gracias.