GINEBRA (6 de mayo de 2024) - El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, alertó el lunes del inminente aumento del nivel de destrucción, sufrimiento y muerte de civiles, por encima de lo que ya está siendo de por sí insoportable, después de que Israel ordenara a la población palestina evacuar partes de Rafah antes de la nueva ofensiva prevista.

“Los ciudadanos de Gaza siguen sufriendo a causa de los bombardeos, las enfermedades e incluso la hambruna. Y hoy, con el aumento de las operaciones militares israelíes en Rafah, se les ha ordenado volver a trasladarse una vez más”, afirmó el Alto Comisionado.

“Es inhumano.    Va en contra de los principios básicos del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, cuyo interés fundamental reside en la protección eficaz de la población civil.

“Obligar a trasladarse a cientos de miles de personas desde Rafah a áreas arrasadas, en las que apenas queda cobijo y no hay prácticamente acceso a la ayuda humanitaria necesaria para sobrevivir, es inconcebible. Esto solo servirá para exponerlos a más peligro y miseria”.

Según se ha informado, durante la noche fueron asesinados al menos 26 palestinos de Rafah, la mayoría de ellos niños y mujeres. Hoy se han cerrado dos entradas a Rafah, cortando completamente el paso a la exigua ayuda humanitaria.

“Realizar más ataques en el principal núcleo humanitario de la franja de Gaza no es la solución”, aseveró Türk. “El hecho de que el 70 % de las 120 000 personas asesinadas, heridas o desaparecidas en los últimos siete meses de conflicto en Gaza fueran mujeres y niños deja una lección clara. Es mandatorio acabar con los asesinatos,

“Lo primordial es que haya un alto el fuego. Debe permitirse que la ayuda humanitaria fluya libremente y a gran escala. Y debe liberarse de inmediato a los rehenes y las personas detenidas arbitrariamente”.

Tras más de seis meses de incesantes ataques por parte de las fuerzas israelíes en Gaza, no queda ningún lugar fuera de Rafah con las infraestructuras y los recursos necesarios para acoger al más del millón de personas desplazadas de forma masiva”, añadió.

El derecho internacional humanitario prohíbe ordenar el desplazamiento de civiles por motivos relacionados con el conflicto, a menos que sea imprescindible para su seguridad o que existan motivos militares de fuerza mayor, e incluso en estos casos, el desplazamiento debe cumplir con unos requisitos legales estrictos. El incumplimiento de estas obligaciones puede equivaler a desplazamiento forzoso, lo cual es un crimen de guerra.

“Con todo, la experiencia de los siete últimos meses muestra que la población palestina que permanece en Rafah sigue estando en riesgo de muerte y de lesiones, ya sea por culpa de los bombardeos indiscriminados, las muertes ilícitas o la pérdida del acceso a los alimentos, el agua y la asistencia sanitaria”, declaró Türk. “No se debe permitir que esto ocurra”.

“Los que decidan violar el derecho internacional humanitario y de los derechos humanos deben rendir cuentas”.