Estamos sumamente preocupados por la decisión de un tribunal de Moscú de revocar la licencia de Novaya Gazeta, un respetado periódico nacional cuyo director fue galardonado en 2021 con el Premio Nobel de la Paz. El tribunal llegó a la conclusión de que el diario había incumplido en reiteradas ocasiones la ley que regula la actividad de los agentes extranjeros.

En varias ocasiones hemos expresado nuestra preocupación sobre la ley reguladora de los agentes extranjeros y su efecto paralizante sobre el ejercicio de los derechos civiles y políticos. Cabe señalar que a menudo esta ley se ha usado de modo inconsistente con el derecho internacional de los derechos humanos para limitar o denegar el ejercicio del derecho a la libre expresión y la reunión y asociación pacíficas, entre otros.

El veredicto contra Novaya Gazeta es un nuevo golpe a la independencia de los medios de comunicación de Rusia, cuyas actividades están además gravadas por otras restricciones legales y por el aumento de los controles estatales impuestos tras el ataque de la Federación de Rusia contra Ucrania.

Una vez más señalamos que para que sea admisible, toda limitación del derecho a la libertad de opinión y expresión debe ajustarse a criterios estrictos de necesidad y proporcionalidad. Las autoridades rusas deben abstenerse de aplicar medidas que impidan la investigación y difusión de noticias sobre asuntos graves de legítimo interés público y deberían permitir el debate de opiniones diversas y plurales en los medios de comunicación, de conformidad con los criterios internacionales.