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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Declaración del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, sobre los ataques contra civiles en Wad Madani, Sudán

20 diciembre 2023

Personas desplazadas por el conflicto en Sudán se suben a la parte trasera de un camión que circula por una carretera en Wad Madani, capital del estado de al-Jazirah, 16 de diciembre de 2023. Los combates entre el ejército sudanés y los paramilitares asolaron el centro humanitario de Wad Madani el 15 de diciembre, lo que desencadenó un éxodo de civiles que ya habían resultado desplazados por ocho meses de guerra, según informó un corresponsal de AFP. © AFP

Lugar

Geneva

Me alarman los informes recurrentes de violaciones generalizadas de los derechos humanos en los últimos días, en medio de los combates entre las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en Wad Madani, la segunda ciudad más grande de Sudán. La situación humanitaria en el estado de Al Jezira, que alberga a casi medio millón de desplazados internos, también es nefasta.

Los informes indican que decenas de civiles, incluyendo personal médico, han muerto y muchos más han resultado heridos en Wadi Madani entre el 15 y el 19 de diciembre. Algunos de los ataques podrían tener motivaciones étnicas. También se han registrado mutilaciones y saqueos, así como un ataque contra un hospital. Según se informa, ambas partes han detenido a decenas de personas, algunas de ellas por motivos étnicos y tribales. Al menos 250.000 personas han sido desplazadas.

Una vez más, hago un llamamiento a las FAS y a las FAR para que respeten el derecho internacional humanitario y de derechos humanos. Ambas partes del conflicto actual deben proteger a la población civil y los bienes de carácter civil. Están prohibidos los ataques contra civiles, incluidas las personas especialmente protegidas, como el personal médico, así como contra bienes de carácter civil, entre otros, los hospitales. También deben proteger al personal humanitario y a los defensores de los derechos humanos, cuya labor es especialmente importante en circunstancias críticas como las actuales, y garantizar que la población civil tenga el acceso necesario a la asistencia humanitaria tan vital.