Discurso del Alto Comisionado ante la Conferencia Anual de la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos

Las empresas y los derechos humanos: Las funciones y experiencias de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos

Muy buenos días, estimados colegas. Siempre me resulta placentera la oportunidad de dialogar con la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (GANHRI). La colaboración permanente entre nuestras organizaciones es un aspecto fundamental de la labor de mi Oficina.

La función que las INHD pueden desempeñar en esta época de crisis mundiales sucesivas es ahora más esencial que nunca.

Porque esta es una época de profundas divisiones en la familia humana, una era en la que crece la desigualdad y la pobreza alcanza niveles nunca vistos en la última generación.

En la actualidad, los conflictos destruyen naciones y regiones enteras, y amenazan incluso la seguridad internacional. El cambio climático nos empuja rápidamente hacia situaciones aún más catastróficas. Asistimos con emoción a las amenazas derivadas de la inteligencia artificial generativa, algunas de las cuales apenas empezamos a descubrir. Y al mismo tiempo que todas estas amenazas de derechos humanos aumentan de volumen y adquieren mayor dinamismo, se desmorona la confianza en que nuestras instituciones de gobierno puedan salvarnos de la crisis.

El mundo realiza esfuerzos desesperados para hallar las soluciones correctas y recuperar la esperanza.

La historia nos ha enseñado que, en épocas de crisis, los derechos humanos son parte esencial de la solución. Pienso ahora en los avances en los derechos de las mujeres que tanto esfuerzo han costado, en la lucha contra el apartheid, la ampliación del espacio cívico o en la gran mejora de los sistemas educativos y sanitarios alcanzada en muchos lugares del mundo.

Como consecuencia de la celebración del 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en la que todos ustedes participaron en la esfera nacional, hemos publicado una “declaración sobre la visión de futuro de las Naciones Unidas” (UN Vision Statement), que compendia las reflexiones aportadas el año pasado. Hemos elaborado un programa de soluciones de amplio espectro basado en los derechos humanos, con el propósito de que además pueda influir en el Pacto para el Futuro.

Aunque el vigente marco internacional de derechos humanos se elaboró teniendo en mente una estructura de tipo estatal, su naturaleza misma induce a que cada elemento de la sociedad desempeñe su función.   

Esto significa que cada uno de nosotros podemos y debemos integrarnos en el movimiento internacional de derechos humanos.

Y este principio abarca también al sector privado.

En esta conferencia se abordarán algunos de los interrogantes principales relativos a las repercusiones -tanto negativas como positivas- de la actividad empresarial sobre los derechos humanos.

En materia de cambio climático, ¿cómo podrían las empresas evitar los daños y perjuicios, y seguir innovando y adaptándose para llegar a ser parte de la solución?

En lo relativo al espacio cívico, especialmente en el ámbito digital, ¿cómo podrían las empresas cumplir con su responsabilidad de fomentar la libertad de expresión y, al mismo tiempo, proteger a los valerosos defensores de derechos humanos que exigen cambios?

De modo más general, ¿cómo podrían ser más útiles para las empresas las normativas y medidas políticas en materia de derechos humanos, y cómo podríamos garantizar el apoyo y la protección necesarias a las personas y comunidades afectadas?

Y, en última instancia, ¿cómo podrían las INDH aprovechar su mandato excepcional para orientar y apoyar a las empresas en el tratamiento de estos asuntos?

El sector privado es un elemento fundamental en la estructura necesaria para restablecer la confianza y restaurar la fe en la capacidad unificadora de los derechos humanos.

Aplaudo el excelente trabajo realizado por las INDH con el fin de mejorar sus relaciones con las empresas y así reforzar las prácticas empresariales responsables basadas en los derechos humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La emblemática Declaración de Edimburgo proporciona un marco sólido en el que apoyar los esfuerzos de las INDH en este ámbito.

Además, las INDH desempeñan también una función decisiva al velar por que los gobiernos cumplan su cometido de proporcionar remedios eficaces a las personas y las comunidades afectadas por las actividades empresariales.

Distinguidos colegas:

Como ustedes saben, los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos se elaboraron para proteger los derechos humanos de las vulneraciones generadas por la actividad empresarial.

Estos principios conforman la regla de oro que nos garantiza que las empresas rinden cuentas.

Que las corporaciones siguen mejorando y adaptando sus prácticas, para colocar a los derechos humanos en la vanguardia.

Y que las víctimas de los abusos disponen de acceso a los remedios.

Me complace comprobar que son cada vez más las INDH que utilizan los Principios Rectores para suscitar el respeto de las empresas, y proteger y fomentar los derechos humanos.

También encomiamos la decisión de muchos países de adoptar la legislación nacional sobre las empresas y la debida diligencia en materia de derechos humanos. La directiva de la Unión Europea sobre la debida diligencia y la sostenibilidad empresarial constituye un ejemplo importante de compromiso político para gestionar y atenuar los peligros en materia de derechos humanos que las grandes compañías pueden generar.

Insto a las INDH a que mantengan este impulso y que velen por que cualquier ley de ámbito nacional se ajuste firmemente a los Principios Rectores.

Distinguidos colegas:

En los últimos 30 años, mi Oficina ha colaborado estrechamente con los Estados Miembros y con sus INDH para mejorar la protección y la promoción de los derechos humanos en el plano nacional.

Y hemos comprobado que los resultados han sido palpables.

Hemos visto un creciente interés de los países no solo en crear INDH, sino en asegurar su independencia y su eficacia.

Esta tendencia nos acerca a la consecución de uno de los indicadores de la Agenda de Desarrollo Sostenible, que consiste precisamente en eso: el establecimiento de instituciones independientes y eficaces.

Y eso nos aproxima un paso más al grupo de países cuyos gobiernos rinden cuentas a la población que sirven.

Hasta la fecha, la Alianza Global ha acreditado a 120 INDH en este fantástico proceso que ustedes han impulsado. De estas entidades, 88 han obtenido la categoría “A” porque cumplen plenamente con los Principios de París, que son los criterios que toda INDH debe cumplir.

También en el plano internacional, mi Oficina ha apoyado a las INDH y a sus redes regionales e internacionales en su interacción con los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas, entre otros los órganos de tratados, el Consejo de Derechos Humanos, su Examen Periódico Universal y los Procedimientos Especiales.

Y si examinamos de manera específica la promoción de la agenda de las empresas y los derechos humanos, mi Oficina ha establecido alianzas muy sólidas con las INDH.

Por ejemplo, en la región de América Latina y el Caribe, el coordinador de nuestro Proyecto de Conducta Empresarial Responsable trata de potenciar la cooperación entre las firmas y las INDH mediante la mejora de la transparencia, el monitoreo y los informes relativos a la conducta empresarial, y mejorando el acceso a remedios compensatorios.

Y en el mundo entero colaboramos con las INDH para reforzar su eficacia en tanto que mecanismos de denuncia, en los casos de abusos de derechos humanos perpetrados por las empresas.

Me enorgullece la labor que juntos hemos realizado. Pero aún queda mucho por hacer. Les deseo que sostengan debates muy provechosos y espero con interés la Declaración Final de esta reunión.

Muchas gracias.