Vidas destrozadas, pérdidas empresariales y crecimiento endeble: el verdadero costo de la discriminación
04 enero 2016
La discriminación de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales no sólo perjudica a las personas. También reduce las ganancias de las empresas y cuesta a los países miles de millones de dólares en pérdidas, al reducir su rendimiento económico. Este es el mensaje de un nuevo vídeo de la campaña Libres e Iguales, de las Naciones Unidas, narrado por el actor de Star Trek Zachary Quinto y presentado en la Sede de las Naciones Unidas el Día de los Derechos Humanos.
En los últimos años, la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha documentado en muchos países violaciones graves contra lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales. En un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos a principios de este año, el ACNUDH hizo hincapié en las pruebas que demuestran la existencia de “abuso, acoso y discriminación violentos y generalizados hacia personas del colectivo LGBT e intersexuales, en todas las regiones del mundo”,
La estigmatización y el maltrato suelen comenzar muy temprano. Según indican estudios realizados en Estados Unidos, Reino Unido y Tailandia, entre la mitad y las dos terceras partes de los estudiantes del colectivo LGBT son víctimas de acoso en la escuela y hasta un tercio de ellos faltan a clase para huir del abuso.
El acoso, el aislamiento y el rechazo familiar llevan a numerosos jóvenes del colectivo LGBT a abandonar completamente los estudios y muchos de ellos terminan en la calle sin domicilio fijo. En un estudio realizado recientemente por el Instituto Williams de Estados Unidos, hasta el 40 por ciento de los jóvenes indigentes que viven en las calles de las principales ciudades estadounidenses se definió como LGBT u homosexual, en comparación con la proporción usual de la población en su conjunto, que se calcula en algo menos del 10 por ciento.
Un estudio tras otro muestra que los índices de pobreza, la inseguridad alimentaria y la depresión son muy superiores en la comunidad LGBT que en la población en general. En un estudio realizado por el Proyecto Trevor, se llegó al a conclusión de que los gays y las lesbianas jóvenes de Estados Unidos tienen cuatro veces más probabilidades de considerar la posibilidad de suicidio o de intentarlo que el promedio de la población, mientras que los jóvenes transexuales tienen 10 veces más probabilidades de perpetrarlo.
Cada vez que una persona de la comunidad LGBT es acosada o expulsada de su empleo, no sólo se comete una injusticia contra un ser humano, sino que también se pierde una oportunidad para consolidar una economía más productiva. Por ejemplo, en un estudio piloto que llevó a cabo el Banco Mundial el año pasado se llegó a la conclusión de que la discriminación de las personas del colectivo LGBT en la India podría costar actualmente a ese país hasta 32.000 millones de dólares estadounidenses al año por la pérdida de rendimientos económicos que representa. No es de extrañar pues que el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, afirmase recientemente que la erradicación de la discriminación contra los miembros del colectivo LGBT es “una prioridad en materia de derechos humanos y una exigencia del desarrollo”.
En los últimos años, tanto empresas grandes como pequeñas han adoptado medidas a fin de lograr que el contexto laboral sea más seguro e integrador para sus empleados LGBT. Muchas de ellas han cambiado su manera de operar con miras a servir mejor a los clientes de la comunidad LGBT y, en algunos casos, obtener compromisos en contra de la discriminación de parte de sus suministradores, en ambos sentidos de la cadena de abastecimiento.
El video sobre el costo económico de la discriminación contra el colectivo LGBT está disponible en el enlace que figura al pie de este artículo.
4 de enero de 2016