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Discriminación e intolerancia

Los Dalit: Nacidos para vivir en la discriminación y el estigma

19 abril 2021

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Como miembro de la minoría Dalit en India, Beena Pallical conoce el significado de la discriminación basada en la ascendencia.

Los Dalit, popularmente conocidos como los “intocables” en India y otros países del Asia meridional, nacen en una vida de marginalización, exclusión y de violaciones de derechos humanos. Son “clasificados” de forma estricta, basándose en su ascendencia, y son colocados de esa manera en el escalón más bajo de las clases sociales.

En algunos países, la discriminación basada en la ascendencia no solamente penetra en las instituciones, las estructuras sociales y la vida diaria, sino que está firmemente establecida por la ley.

A la vez que la propia Pallical provenía de una familia que le proporcionaba lo necesario para satisfacer sus necesidades, incluyendo el acceso a la educación, ella afirma que muchos de sus “hermanos y hermanas de la comunidad” no tuvieron tanta suerte.

La injusticia contra los Dalit causa traumas profundos y sufrimiento durante generaciones. El estigma sigue a una persona desde su nacimiento hasta su muerte, afectando a todos los aspectos de su vida desde la educación, la vivienda, el trabajo, el acceso a la justicia y la participación en la política. Las mujeres y las niñas son a menudo víctimas de violencia sexual, trata de personas y son especialmente vulnerables al matrimonio precoz y forzado, al trabajo en régimen de servidumbre y a prácticas culturales dañinas.

De acuerdo con International Dalit Solidarity Network, se calcula que existen 260 millones de Dalits en todo el mundo. Los Dalit viven en Asia meridional (India, Nepal, Bangladesh, Pakistán y Sri Lanka) y en comunidades que emigraron desde Asia meridional a todo el planeta.

Discriminación fuertemente arraigada desde su nacimiento

«Comienza desde que son niños,» explica Pallical. «No se les permite sentarse en la zona de delante de la clase, no se les permite comer junto a otros, o jugar con niños de otras castas. Muy rápidamente, se forman grupos, de los que los Dalit quedan excluidos. No conocen otra cosa, por lo que su vida adulta queda profundamente traumatizada.»

Con un deseo cada vez mayor de ayudar en los desafíos a los que se enfrentan los Dalit, Pallical dejó un trabajo en una empresa para mudarse a Delhi y trabajar con la Campaña Nacional por los Derechos Humanos de los Dalit. Ella lleva ejerciendo este trabajo durante los últimos once años, y ahora es la Secretaria General.

Con el fin de acercar estos problemas a la palestra internacional, ella también ha trabajado estrechamente con Derechos Humanos de las Naciones Unidas, otras agencias de las Naciones Unidas y también ha co-organizado eventos paralelamente con el
Foro Político de Alto Nivel, la principal plataforma de Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible. Recientemente se dirigió al Foro de las Naciones Unidas sobre Cuestiones de las Minorías.

“Ahora mismo no podría hacer ninguna otra cosa en mi vida,» afirma. «Me da mucha satisfacción, pero a la vez me produce mucha rabia. ¿Cómo puede la gente hablar sobre paz y felicidad y religión cuando ven a una mujer joven que es arrastrada desde el campo donde se encuentra trabajando, para ser violada y asesinada? Tenemos que enfurecernos, de lo contrario no podremos conseguir nada, no podremos detener esto.»

Violencia generalizada

La violencia contra los Dalit es algo trágico que ocurre a diario. Según la Oficina Nacional del Registro de Crímenes de India, se registran cerca de 45.935 casos de violencia cada año.

«En India, aproximadamente diez mujeres Dalit son violadas cada día,» afirma Pallical. «Los autores gozan de total impunidad, y cuenta con mucho apoyo político. Debido a esto, somos incapaces de romper la cadena de violencia y opresión.»

La Campaña Nacional por los Derechos Humanos de los Dalit trabaja con víctimas de la violencia para defender la justicia y la reparación por parte del gobierno, a la vez que ofrece ayudas económicas y psicológica para las familias.

Abusos en el espacio en línea

El discurso de odio y la discriminación contra la minoría Dalit es otra cuestión de enorme preocupación para Pallical, y algo contra lo que ella y su organización están luchando.

A la vez que reconoce que el espacio en línea ha posibilitado una plataforma para que las comunidades marginadas puedan expresar sus opiniones, ella afirma que simultáneamente, ha creado un entorno peligroso para ellas mismas, donde se encuentran vulnerables ante los abusos de personas a las que no se les puede hacer rendir cuentas. Muchas mujeres Dalit jóvenes han tenido que dejar de utilizar las redes sociales por miedo, y porque los abusos habían alcanzado unos niveles intolerables.

«Las personas que cometen estos actos de abusos lo hacen sin escrúpulo ninguno, sin asumir ninguna responsabilidad por sus acciones,» señala.

Pallical y la Campaña Nacional por los Derechos Humanos de los Dalit han estado trabajando conjuntamente con Twitter India para abordar este aumento del discurso de odio. Están documentando los distintos abusos y difamaciones contra los Dalit, así como contra otras minorías, con el fin de tener la capacidad de reconocerlos y bloquear de forma inmediata a los autores.

Un sueño de una situación donde se juegue en igualdad de condiciones

Para Pallical, si se les dan a los niños las mismas oportunidades, estos tienen muchas posibilidades de crecer y prosperar. Ella contempla un día en que todos los niños puedan jugar en igualdad de condiciones, y que sean ciudadanos libres, merecedores de dignidad y respeto.

Ella tiene una lista de sueños para un futuro mejor para el pueblo Dalit.

«Mi sueño es que todos los niños Dalit tengan las mismas oportunidades que cualquier otro niño, para que de ese modo puedan ser ciudadanos iguales en este país. Mi sueño es que todas las mujeres Dalit sean respetadas por el trabajo que hacen, y que no sean golpeadas ni violadas, simplemente por ser Dalit.

Mi sueño es que si soy Dalit y estoy sentada en una mesa, deba ser respetada como cualquier otra persona.»

Descargo de responsabilidad: los puntos de vista, las informaciones y las opiniones expuestos en este artículo son los de las personas entrevistadas y no necesariamente reflejan la política o la posición oficial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

19 de abril de 2021

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