La lucha por la igualdad entre géneros en el Líbano
27 mayo 2022
La explosión en el puerto de Beirut en agosto de 2020, la cual acabó con la vida de 200 personas, supuso una tragedia que se sumó a una serie cada vez mayor de diversas crisis en el Líbano: un enorme descontento social, inestabilidad política, graves problemas de gobernabilidad, crisis económica y una quiebra de su divisa, todo ello acompañado de la pandemia de COVID-19 y de un sistema de salud ya de por sí desbordado.
El Líbano lleva existiendo tal como lo conocemos solamente algo más de un siglo, primero bajo mandato francés y, desde 1943, como un estado independiente. Fue uno de los estados fundadores de las Naciones Unidas y desempeñó un papel principal en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
No obstante, no todo el mundo tiene los mismos derechos cuando se trata de transmitir la ciudadanía.
“«Las mujeres libanesas que se casen con ciudadanos extranjeros no pueden transmitir su ciudadanía a sus hijos, mientras que los hombres libaneses que se casen con mujeres extranjeras sí pueden hacerlo,» afirmó Claudine Aoun, presidenta de la Comisión Nacional para las Mujeres Libanesas, un órgano gubernamental.
Aoun identifica a dos culpables principales: la mentalidad patriarcal existente y el sistema político confesional de el Líbano. Este sistema incorpora la diversidad religiosa que existe en el país (seis sectas musulmanas y seis cristianas), asignando altos cargos y empleos en la administración pública a cada religión.
Mujeres sin los mismos derechos que los hombres
«A las mujeres simplemente no se las reconoce como ciudadanas al igual que se hace con los hombres. Hemos conseguido varios avances en pro de la igualdad de las mujeres, pero la cuestión de la ciudadanía continúa siendo un tema tabú,» declaró Aouan.
Esto puede ser debido en parte al sistema confesional, y en parte a que los partidos políticos están en un punto muerto: lo que un grupo considera discriminación, el otro lo considera cultura.
«Cada religión escoge los derechos que mejor se ajustan a su programa, por lo que un reconocimiento amplio de la igualdad de las mujeres es complicado de conseguir,» aseguró. «Necesitamos convencer a la gente de que esta no es una cuestión que afecte exclusivamente a las mujeres,» insistió.
La cuestión de la nacionalidad es extremadamente sensible pero al menos en la actualidad está bajo discusión, especialmente desde que una campaña de dos años liderada por Derechos Humanos de las Naciones Unidas, denominada «igualdad en la nacionalidad» ayudara a desbloquear la situación obligando a que este tema tabú fuera discutido en público.
“
"Existen en la actualidad tres proyectos de ley en el Parlamento sobre igualdad de derechos para las mujeres”.
“
Roueida El Hage, Representante Regional de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Oriente Medio
En otro avance positivo, el gobierno ha aprobado recientemente una ley contra el acoso sexual, por lo que hay esperanza de que se pueda mantener la dinámica a pesar de los problemas que atraviesa el país.