"El periodismo puede ser nuestra única esperanza para garantizar los derechos humanos"
03 mayo 2023
En 2017, la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia, de 53 años y madre de tres hijos, fue brutalmente asesinada por una bomba colocada bajo el asiento de su coche cuando se alejaba de casa.
Muchos y muchas periodistas como Caruana Galizia mueren cada año a causa de su trabajo. Según la UNESCO, 87 periodistas fueron asesinados en 2022 frente a los 55 de 2022.
Antes de su muerte, Caruana Galizia había trabajado 30 años como columnista, bloguera y periodista muy conocida en Malta e investigaba la corrupción gubernamental en su blog, Running Commentary. Según su familia, personas poderosas de Malta la sometieron a continuas amenazas y actos de violencia. Su casa fue atacada dos veces y los perros de su familia asesinados. Los mayores detractores de Caruana Galizia la intimidaron con 47 demandas abiertas por difamación y su patrimonio fue congelado.
La difamación y las demandas judiciales, como las demandas estratégicas contra la participación pública, se utilizan con frecuencia para acosar e intimidar a los y las periodistas, según el Jefe de Derechos Humanos, Volker Türk.
“La Declaración Universal de Derechos Humanos es nuestro sistema de protección”, afirmó Türk. "Al celebrar este año su 75 aniversario, mi Oficina dedicará el mes de mayo a homenajear las voces críticas y el debate, garantizar la seguridad de los y las periodistas y proteger el espacio cívico”.
Según Herman Grech, redactor jefe del Times of Malta, un periódico de Malta en lengua inglesa en el que Caruana Galizia fue columnista, esta periodista era la bloguera más popular y a la vez la más odiada de Malta, y su trabajo relativo a los papeles de Panamá fue tan impactante que contribuyó a la celebración de elecciones anticipadas en 2017. Los papeles de Panamá consistían en 11,5 millones de documentos de datos filtrados que se publicaron en 2016 y en los que se detallaba información financiera de entidades extraterritoriales. Tras el asesinato de la periodista, Grech formó parte de un pequeño grupo de periodistas que se dedicaron a investigar el caso y a luchar por que se hiciera justicia.
“Silenciaron a Daphne simplemente por acercarse demasiado a la verdad”, reveló. "No es solo el hecho de que la asesinaran, sino el intento concertado de encubrir a los responsables. Y que los responsables llegaran directamente a las esferas más altas del gobierno".
En 2020, también decidió llevar su historia a una plataforma artística y escribir una obra de teatro, “They Blew Her Up”, inspirada en las entrevistas que recopiló con las personas involucradas en la historia y la investigación. Tras varias representaciones por toda Europa, está previsto que la obra se represente en Viena con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa el 3 de mayo en colaboración con la Unión Europea. En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, Grech compartió con Derechos Humanos de Naciones Unidas más de sus reflexiones sobre la investigación, la lucha constante en pro de la justicia y la importancia de proteger la libertad de expresión.
¿Por qué le pareció tan importante la historia de la periodista como para llevarla al escenario?
Soy periodista desde hace 26 años, cuatro de ellos como redactor jefe del Times of Malta, además de trabajar en televisión. En los últimos 15 años también he empezado a hacer teatro, lo cual está directamente relacionado con mi trabajo. La obra está basada en la historia estremecedora de Daphne, asesinada por hacer su trabajo, y sirve de llamamiento para proteger el periodismo ahora más que nunca. Al mismo tiempo, fue un medio para luchar contra el peligroso juego de poder de la política y el dinero que socavan los derechos humanos. La obra no trata de glorificar a una periodista asesinada, sino de la importancia del periodismo y la libertad de los medios de comunicación, sobre todo frente a las dificultades crecientes. Ofrece una plataforma para hablar de temas como la libertad de expresión, la información y la protección del periodismo. Creo que las artes pueden tener un gran impacto a la hora de expresar estas ideas, y la obra me proporcionó una vía para contar una de las historias más inquietantes de mi generación más allá de los titulares de las noticias.
¿Cómo reaccionó el público?
Tengo que reconocer que no estaba muy seguro de que esta obra fuera a funcionar cuando me puse a escribirla. Además, al estar basada en Malta, pensé que a muchas personas no les importaría lo que sucede en esta pequeña isla. Me equivocaba. Desde entonces, la obra se ha representado en otros países de Europa y lo único que veo es que los temas de la libertad de expresión y la amenaza al periodismo resuenan en todas partes.
¿Se hizo justicia en el asesinato de Caruana Galizia?
Solo en parte. Los responsables de detonar la bomba han sido condenados, pero la persona que presuntamente ordenó el asesinato de Daphne sigue a la espera de juicio, el cual probablemente se celebre a finales de este año. El sospechoso es uno de los hombres más ricos de Malta con muchas conexiones. Con todo ello, nos encontramos ante una historia muy delicada. Solo afirmaré que se ha hecho justicia cuando veamos a más personas entre rejas, incluyendo a las que intentaron encubrirlo todo.
¿Qué le ha enseñado este asesinato sobre el periodismo?
Me ha enseñado que el periodismo desempeña un papel importante en el momento en que las instituciones fallan, ya sea por incompetencia o por organización. Aun así, en toda mi carrera nunca me había parecido tan difícil trabajar en este sector. Se nos ataca y trolea sin cesar en un entorno en el que el gobierno se niega a reconocer a los medios de comunicación como el cuarto pilar de la democracia. Lamentablemente, algunos de los y las mejores periodistas que conozco ya no trabajan en el sector. Desde el asesinato de Daphne, la gente tiene miedo de trabajar en los medios de comunicación. Y todo esto sucede en una carrera contrarreloj en la cual políticos y redes sociales presentan un discurso peligroso. Tenemos que denunciar las mentiras y decir la verdad.
¿Qué podemos hacer para mejorar la situación?
Tenemos que cambiar nuestra narrativa puesto que la libertad de expresión e incluso la búsqueda de la verdad básica están amenazadas. Como periodistas, debemos centrarnos en comprobar los hechos, desmentir los mitos y combatir a los líderes solo con la verdad. El mundo ha cambiado hasta tal punto que los periodistas de investigación ahora tienen que ser algo más directos y decir lo que está bien y lo que está mal. Utiliza cualquier medio que tengas para hablar con la verdad al poder.
¿Qué considera una amenaza?
Las grandes fortunas, los políticos y las empresas que manipulan la verdad constituyen la amenaza. Hay un gran problema con la alfabetización mediática. Muchas personas desconocen la diferencia entre lo que una fuente no verificada acaba de publicar en Facebook y los informes o investigaciones de organizaciones de medios de comunicación consolidadas que han comprobado los hechos y han contrastado las fuentes. Todos nuestros derechos están en peligro si no tenemos la libertad de analizar y cuestionar a nuestros gobiernos y exigirles responsabilidades. El periodismo puede ser nuestra única esperanza para garantizar los derechos humanos.
* Este relato forma parte de una serie ocasional de historias de personas u organizaciones que defienden los derechos humanos. Las opiniones expresadas en estas historias no reflejan necesariamente la posición y las opiniones de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.