Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Impulsar la Agenda 2030 mediante el ODS 16
16 julio 2019
Declaración de Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos
16 de julio de 2019
Distinguidos ponentes,
Querida Mary,
Excelencias,
Colegas y amigos:
La Agenda 2030 es una oportunidad que sólo se presenta una vez en la vida para fomentar la dignidad y los derechos humanos en el mundo entero. Me complace comprobar que este evento pone de relieve la importancia del ODS16 plus –un concepto que resume la interconexión entre el ODS16 y todos los demás ODS, es decir, la función habilitante del ODS16 que permite la realización del conjunto de la Agenda 2030 y la importancia decisiva de las alianzas para la consecución de esas metas. Este aspecto es fundamental para acelerar el progreso en el segundo ciclo de los ODS y para que nadie quede rezagado.
Permítanme citar dos ejemplos de grupos sociales que antes estaban marginados o desatendidos y que ahora, gracias a una estrategia de derechos humanos, adquieren visibilidad.
En Sierra Leona, las autoridades judiciales coordinan actualmente la introducción de un programa informático innovador para gestionar los casos en curso, que garantiza que las mujeres y los niños víctimas de violencia sexual y de género en zonas remotas del país puedan acceder a la justicia. La información que se procesa mediante el programa “Justice App5” se emplea para consolidar las pruebas con miras a lograr una acusación más eficaz, así como para remitir a los supervivientes a otros servicios sociales.
En Kenya, el Instituto Nacional de Derechos Humanos y la Oficina Nacional de Estadística colaboraron, con el apoyo de nuestra Oficina, para identificar a los grupos que corrían el riesgo de quedar rezagados y, por primera vez, incluyeron a las personas con albinismo en el censo que se realizará en 2019. Gracias a estas medidas, las personas con albinismo podrán acceder a tratamientos médicos que protejan sus vidas. Para el gobierno, el hecho de disponer de estos datos le permitirá elaborar mejores políticas para protegerles. En ese mismo censo, los miembros de los grupos indígenas serán contabilizados según un método que se ajustará a las normas de derechos humanos.
La construcción de sociedades justas y pacíficas, dotadas de instituciones eficaces, transparentes e integradoras, garantiza los derechos humanos. Esas sociedades impulsan un tipo de desarrollo que es sostenible, porque es profundo, amplio y capaz de regenerarse. También son fundamentales para asegurar relaciones y asociaciones, no solo dentro de los países sino también entre ellos.
Quisiera citar dos cifras sacadas de un informe publicado recientemente por el Equipo de Trabajo sobre la Justicia; dos datos que reflejan la escala y la complejidad de los asuntos a los que nos enfrentamos.
Primero, hay unos 250 millones de personas que viven en condiciones de extrema injusticia, privados de cualquier protección significativa de la ley. En este grupo figuran las personas apátridas, las que viven en zonas de conflicto y las víctimas de la esclavitud contemporánea.
En segundo lugar, en el informe se calcula que hay 4.500 millones de personas –el 60 por ciento de la población mundial —excluidas de la protección y las oportunidades sociales, económicas y políticas que las leyes deberían proporcionarles.
Esas personas pueden verse privadas de posesión de la tierra, documentos de residencia, títulos de propiedad de sus viviendas o pueden estar empleadas sin contratos en el sector informal.
La consecuencia es que esas personas carecen de acceso adecuado a la atención sanitaria, la educación, los préstamos bancarios y determinados tipos de empleo, y además pueden tener un acceso limitado a las instituciones que deberían representarlos, expresar sus opiniones y hacer cumplir sus derechos ---tales como los procesos políticos, los tribunales y la policía. Los más vulnerables tienen mayores probabilidades de verse privados de la capacidad de empoderamiento.
Excelencias:
El desarrollo es un proceso económico, social y político amplio y complejo. Y este proceso abarca los derechos humanos: el derecho al desarrollo, los derechos económicos, sociales y culturales, y también los derechos civiles y políticos, que defienden las prerrogativas y la capacidad de la gente para expresar sus opiniones y participar en la adopción de decisiones.
Los escollos estructurales, múltiples y entrelazados que estorban la acción de la justicia, reflejan la importancia de la indivisibilidad e interdependencia de todos los derechos humanos. Tal como se reconoce en la Agenda 2030, vivir libres del miedo y vivir libres de la necesidad son dos objetivos que no pueden alcanzarse si no están vinculados entre sí.
Por eso el concepto de ODS16 plus es tan convincente. Porque la pérdida de empoderamiento de quienes quedan rezagados no será abordada adecuadamente si adoptamos enfoques parciales, elaborados en compartimientos estancos y aplicados como remedios caseros.
Necesitamos estrategias integrales, basadas en la más amplia participación, que aprovechen la labor mutuamente enriquecedora de muchas comunidades. Y es esta estrategia integrada, este enfoque indivisible de la promoción y protección de todos los derechos, lo que impulsa el trabajo que mi Oficina lleva a cabo en el mundo entero, en estrecha asociación con Estados y grupos interesados de la sociedad civil de toda índole.
Quisiera hacer hincapié en esta necesidad de asociación. El progreso en la consecución de los ODS se está ralentizando. El Secretario General ha exhortado a redoblar los esfuerzos encaminados a hacer realidad la Agenda 2030. Y nosotros tenemos la clave que puede permitir esta aceleración. Las redes de múltiples interesados, tales como la Alianza Global, el ODS16 plus y los Pathfinders, capaces de abordar los asuntos relativos al ODS16, son ejemplos de alianzas de base amplia, que pueden aportar el impulso para acelerar la consecución de la Agenda 2030. Su labor y sus informes son importantes para los debates acerca de las medidas de alcance mundial.
Es preciso que el trabajo que realizan los Estados y otros asociados en pro de los ODS sea más sólido, inteligente y de mayor alcance. Esa labor debe abarcar la justicia, la igualdad, la inclusión y el empoderamiento, dicho de otro modo, los derechos humanos.
Muchas gracias.