Los testimonios recogidos por la misión de vigilancia de los derechos humanos en Ucrania resaltan las repercusiones aterradoras que han tenido para la población civil la escalada reciente de las hostilidades en el noreste del país, donde las fuerzas armadas rusas han tomado el control de varios pueblos.

Las personas que han huido de estas zonas a lo largo de la línea de frente de la región de Járkov revelan haber tenido que refugiarse durante días en sótanos fríos y oscuros, sin electricidad, en medio de intensos bombardeos aéreos, ataques con drones y misiles, y bombardeos de artillería.

Se ha producido una destrucción masiva de viviendas y otras infraestructuras civiles. Comunidades enteras han quedado desarraigadas y destruidas, con más de 10.000 personas desplazadas hasta la fecha.

Según la misión de vigilancia de los derechos humanos en Ucrania, al menos 35 civiles han perecido y 137 han resultado heridos en la región de Járkov desde que las fuerzas armadas rusas lanzaran su ofensiva transfronteriza el 10 de mayo. De las personas muertas o heridas en el norte de la región, zona de máximos enfrentamientos, más de la mitad tenían más de 60 años. Esto refleja el número desproporcionado de personas mayores en las zonas fronterizas y de línea de frente que, en muchos casos, no pudieron o no quisieron abandonar sus hogares, incluso en un clima de agravamiento rápido de la seguridad.

Desde el 10 de mayo, nuestros equipos de la misión de vigilancia de los derechos humanos en Ucrania han entrevistado a 90 civiles desplazados y han visitado diversos lugares que fueron alcanzados.

Algunos no pudieron llegar a los refugios o siquiera a un sótano. La población relató haber visto a sus vecinos muertos o heridos. Algunos afirmaron que la situación era tan mala que decidieron arriesgarse a caminar varios kilómetros para llegar a un punto de evacuación.

Las autoridades locales y los voluntarios han asumido grandes riesgos para ayudar a las personas vulnerables a ponerse a salvo. El 16 de mayo, dos trabajadores sanitarios, dos conductores de ambulancia y un funcionario local resultaron heridos mientras intentaban sacar a civiles del pueblo de Buhaivka.

En la mañana del 19 de mayo, las fuerzas armadas rusas atacaron un centro recreativo en la aldea de Cherkaska Lozova, cerca de la ciudad de Járkov. Menos de 20 minutos después, el lugar fue alcanzado de nuevo cuando la policía y el personal médico ya se encontraban en el escenario para asistir a las víctimas. Los observadores de la misión de vigilancia de los derechos humanos en Ucrania visitaron el lugar y documentaron la muerte de al menos seis civiles, además de decenas de heridos.

Muchos de los evacuados de Vovchansk y otras zonas han llegado a la ciudad de Járkov, la cual también sigue recibiendo ataques. En Járkov se produjeron múltiples ataques con misiles el jueves, en los que al parecer murieron siete civiles y otros 21 resultaron heridos.

Exhortamos una vez más a la Federación de Rusia a que respete estrictamente todas las normas del derecho internacional relativas a la conducción de las hostilidades, y a que cese sus ataques contra Ucrania de inmediato.

En el tercer año del ataque armado a gran escala de la Federación de Rusia contra Ucrania, sin que se vislumbre el final, se siguen destruyendo vidas, hogares y futuros. Los efectos duraderos de esta guerra en Ucrania se dejarán sentir durante generaciones, y la tarea de reconstruir las comunidades destrozadas, la cual ya supone una tarea de gran magnitud, irá en aumento con cada nuevo día de violencia y destrucción.