GINEBRA (6 de marzo de 2024) – El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, instó hoy a la comunidad internacional a actuar de manera rápida y decisiva para evitar que Haití se hunda aún más en el caos.

La fuga masiva de presos ocurrida el pasado fin de semana en las cárceles ha sido descrita por funcionarios haitianos como una amenaza letal a la seguridad nacional, afirmó Türk. Se sabe ahora que más de 4.500 reclusos escaparon, entre ellos prominentes jefes de pandillas y otros arrestados en relación con el asesinato del Presidente Jovenel Moïse. La fuga masiva se produjo a raíz de un ataque coordinado contra las instituciones nacionales, con el fin de derrocar al gobierno.

“Esta situación resulta más que insoportable para la población haitiana”, declaró el Alto Comisionado. “Desde principios de año, el número de víctimas es abrumador. Unas 1.193 personas han sido asesinadas y otras 692 resultaron heridas por la violencia de los pandilleros”.

“El sistema sanitario está al borde del colapso. Los hospitales carecen de la capacidad necesaria para tratar a los heridos de bala que siguen llegando. Las escuelas y los negocios permanecen cerrados y los niños son cada vez más utilizados por las pandillas. La actividad económica se va asfixiando a medida que las bandas imponen restricciones de movimiento a la población. El principal suministrador de agua potable de Haití ha cesado sus entregas. Al menos 313.000 personas han sido desplazadas dentro del país”.

Antes de que comenzara la reunión de hoy del Consejo de Seguridad, Türk pidió una vez más el despligue urgente de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS), para respaldar la acción de la Policía Nacional y proporcionar seguridad a la población, en condiciones que cumplan con las normas y los criterios del derecho internacional de los derechos humanos.

“En realidad, el contexto actual no ofrece ninguna otra alternativa viable para proteger vidas”, afirmó el Alto Comisionado. “Se nos agota el tiempo”.