El ACNUDH expresa su preocupación ante la serie de ataques israelíes contra instalaciones médicas en Gaza

Nos preocupan profundamente los informes sobre el ataque que las tropas israelíes han realizado hoy contra el Complejo Médico Nasser, en el sur de la Franja de Gaza, menos de una semana después de que atacaran el Hospital Al Amal, en la zona oeste de Khan Younis.

Esta operación militar se produce tras siete días de asedio, durante el cual se cortaron los suministros médicos, de alimentos y combustible.

Las fuerzas israelíes ordenaron en varias ocasiones el traslado de todos los pacientes, incluso de los que se hallaban en unidades pediátricas y de cuidados intensivos, a otro edificio, lo que expuso a los pacientes a graves riesgos, incluso al riesgo de muerte a los más vulnerables. Informaciones sin confirmar apuntan a que hubo detenciones y la tropa disparó contra algunos de los que intentaban huir del hospital.

Al parecer, el ataque forma parte de la estrategia de las tropas israelíes encaminada a debilitar las estructuras civiles esenciales de Gaza, en particular los hospitales. El personal de nuestra Oficina ha documentado ataques similares en la ciudad de Gaza, el norte de la Franja, la zona intermedia de Gaza y en Khan Younis, con graves consecuencias para la seguridad de los pacientes, el personal médico y de otro tipo y los civiles que habían buscado refugio en esas instalaciones.

Con un balance de heridos que asciende a unas 70.000 personas y un sistema sanitario al borde del colapso, debido a los ataques realizados contra las instalaciones hospitalarias y las restricciones sobre el suministro de ayuda humanitaria, las repercusiones de este conflicto sobre la población civil son espantosas.

Las instalaciones hospitalarias son estructuras amparadas por el derecho internacional humanitario. Se considera que gozan de especial protección y no deben ser objeto de ataques ni tampoco deben utilizarse, al margen de su función sanitaria, para realizar actos de agresión contra el enemigo. Pero incluso si Israel considera que una instalación médica ha perdido su condición de entidad protegida por haber sido usada para atacar a sus tropas, siempre debería cumplir con los principios de precaución y proporcionalidad. Además, Israel, en su condición de potencia ocupante, tiene el deber de velar por la preservación de las instalaciones y los servicios médicos en todo el territorio ocupado, comprendida la Franja de Gaza.