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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk concluye su visita oficial a Kazajstán

17 marzo 2023

Conferencia de prensa sobre el final de la misión a Kazajstán del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk © Naciones Unidas

Pronunciado por

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk

Lugar

Astana

Buenas tardes (kayirly kun). Gracias por su asistencia. Me gustaría también agradecer al Gobierno su invitación y su cálida acogida. Esta ha sido una visita relámpago. Ha durado solamente un día y medio, y durante este tiempo hemos podido mantener algunas conversaciones importantes y fructíferas con una amplia variedad de personas en Kazajstán, que han incluido a altos funcionarios del Gobierno, el presidente del Tribunal Constitucional, el Ómbudsman, diplomáticos, representantes de la sociedad civil y defensores y defensoras de derechos humanos, así como una reunión con estudiantes en una universidad.

Desde que obtuviera su independencia en 1991, Kazajstán ha prosperado en muchos sentidos. Sólo hace falta echar un vistazo por la ventana aquí en la capital Astana. Justo el mes pasado, las Naciones Unidas celebraron el 30º aniversario de su presencia en el país. Casualmente, este año estamos celebrando también el 30º aniversario de la Declaración y Plan de Acción de Viena que condujo a la fundación de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Kazajstán es miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y yo confío que este hecho, juntamente con su estrecha colaboración con otros mecanismos de derechos humanos, ayudará al Gobierno a orientar el proceso de reformas actualmente en marcha.

Esta tarde, el Presidente Tokayev y yo mismo mantuvimos una conversación constructiva sobre el proceso actual de reformas que atraviesa el país, y yo aprecio su compromiso continuo para garantizar la importancia fundamental de los derechos humanos conforme avanza este proceso. En los años que tenemos por delante, a la vez que el pueblo de Kazajstán participa en la construcción de su futuro, es vital que se tengan plenamente en cuenta sus derechos fundamentales, a nivel individual aunque también cuando se trata de reforzar sus instituciones de gobierno, asegurar un crecimiento económico sostenible, y abordar aspectos medioambientales.

Acojo con beneplácito las Reformas Presidenciales y las Enmiendas a la Constitución, incluyendo la creación del Tribunal Constitucional, el refuerzo de la Oficina del Ómbudsman y la abolición total de la pena de muerte en el país. También celebro que Kazajstán organizara el retorno y reintegración de más de 700 mujeres, niños y niñas procedentes de zonas de conflicto, en especial de Siria e Irak. Tras los avances considerables que ha llevado a cabo Kazajstán para reducir la apatridia, espero que a esto le siga su adhesión a los dos instrumentos sobre apatridia de las Naciones Unidas.

No obstante, como ocurre en numerosas situaciones en todo el mundo, las viejas costumbres nunca mueren. Kazajstán heredó una historia compleja, pero es evidente que existe un ansia por reformas y modernización. Valoro también que los cambios tomen su tiempo. Hoy escuché palabras alentadoras sobre una serie de cuestiones en mis reuniones con el Presidente, el Ministro Interino de Asuntos Exteriores y con el Presidente del Tribunal Constitucional. Es vital que los compromisos para tomar medidas en materia de derechos humanos se traduzcan en acciones sobre el terreno.

Los trágicos eventos ocurridos en enero de 2022, donde más de 230 personas murieron durante este período caótico, fueron discutidos con regularidad en mis conversaciones con la sociedad civil, el Gobierno y la comunidad internacional. Oí testimonios directos de víctimas que me relataron como fueron torturadas. Sus relatos son un crudo recordatorio de que esta situación debe finalizar.

Celebro la política de tolerancia cero del Presidente hacia la tortura, y queda claro que es necesaria la participación de todos y todas para erradicar este flagelo e impedir que vuelva a suceder. Es obligatorio ofrecer justicia, reparación y verdad a todas las víctimas de los sucesos de enero pasado. He recomendado que se realice una revisión general «después de que se hayan tomado medidas» sobre este hecho como parte de un proceso continuo de generación de confianza. Como sucede en numerosas situaciones por todo el mundo, afianzar el contrato social dentro de una sociedad y entre las instituciones del Estado y su pueblo es crucial para el futuro de un país.

Ayer escuché sobre el estigma y discriminación, y en ocasiones el odio, que existen en esta sociedad, y al que se enfrentan las personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+. Una persona, que es una referencia a seguir para hombres y mujeres homosexuales, me explicó que en tres ocasiones distintas en el transcurso de un año, en tres ciudades diferentes donde estaba prestando formación en derechos humanos, una multitud de hombres la golpearon y llevaron por la fuerza a la policía. A pesar de esta experiencia traumática, ella se comprometió a seguir ofreciendo formación en derechos humanos, incluyendo dos formaciones realizadas este año. Ella me dijo: «Soy valiente. Estoy desesperada. Pero pienso seguir.» Felicito la valentía y determinación que muestran personas como ella.

La violencia contra las mujeres sigue siendo un problema persistente que ha de ser atendido de forma directa. La persecución pública de la violencia doméstica, en concreto, supone una señal importante, y espero que esta sea convertida en legislación pronto.

En términos de ampliación del espacio cívico, libertad de reunión pacífica, libertad de expresión, libertades de los medios de comunicación y la seguridad y protección de los y las periodistas, estas son todas facetas que necesitan de mayor desarrollo. Las normas internacionales de derechos humanos son guías fundamentales para el camino a seguir.

En el día de hoy, me reuní y conversé con las futuras generaciones de este país en la Universidad Estatal kazaja de Derecho. Les expuse que el pueblo de Kazajstán ha tenido que enfrentarse a muchos desafíos en materia de derechos humanos en la era moderna. Está por un lado el complejo legado de su pasado soviético. Y por otro lado asoman en el horizonte los retos del cambio climático y los daños para el medioambiente. Estas son cuestiones que, con toda razón, preocupan mucho a las generaciones de jóvenes actuales. En Kazajstán, estas cuestiones se ven agravadas por el legado de los ensayos nucleares y por su fragilidad geográfica y medioambiental.

La triple crisis planetaria es una crisis de derechos humanos. Y esta está ya causando perjuicios para los derechos de millones de personas en Kazajstán y en todo el mundo, y estos seguirán en aumento. Las legislaciones en materia de derechos humanos son la brújula que ha de guiar las decisiones de peso que han de tomarse, a nivel nacional y global, para mitigar y poder adaptarnos al cambio climático.

La Declaración Universal de Derechos Humanos – (de la cual celebramos este año su 75º aniversario) nos ofrece la experiencia de generaciones precedentes. -- Establece también nuestra hoja de ruta. Este documento milagroso diseñó los pasos a seguir para construir sociedades más libres e igualitarias.

Durante los últimos 75 años, la Declaración ha orientado los enormes avances conseguidos en países de todo el mundo. Durante el transcurso de mi visita, expresé mi confianza a líderes y estudiantes por igual, para asegurar que la Declaración no solamente refleja el pasado sino que también nos orienta en nuestro presente y nos prepara para el futuro.

Gracias (kop rakhmet).

Para más información y solicitudes de medios de comunicación, póngase en contacto con:

Jeremy Laurence – (travelling with the High Commissioner)jeremy.laurence@un.org

En Astana:

Leila Duisekova +7 701 524-06-64 / leila.duisekova@un.org

En Ginebra

Ravina Shamdasani - + 41 22 917 9169 / ravina.shamdasani@un.org o
Liz Throssell – + 41 22 917 9296 / elizabeth.throssell@un.org o
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