Skip to main content

Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Juntos en la promoción de la inclusión de las discapacidades en la Agenda 2030 y en etapas posteriores

03 julio 2024

Pronunciado por

Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

Evento paralelo, 56ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos

Lugar

Ginebra

Señora Ministra,
Sr. Presidente,
Excelencias,
Distinguido Delegados y Delegadas,
Estimados Participantes,

Estoy encantado de haber podido organizar conjuntamente este evento a iniciativa de Italia.

Recuerdo la conversación que mantuve con la Ministra en enero, tanto respecto a lo que está ocurriendo en Italia (en lo que hace referencia a la inclusión de las discapacidades y las diferentes hojas de ruta que ustedes han diseñado), pero también con respecto a la presidencia del G7 de Italia, y su papel a nivel mundial.

Es de suma importancia que la cuestión de las discapacidades se sitúe en el centro de los debates no solamente en las Naciones Unidas sino también a una escala mucho más amplia.

Nos encontramos ante un momento crucial en lo que se refiere a defender los derechos de las personas con discapacidad.

Y creo que todos podemos estar de acuerdo en que se trata realmente de una prioridad que todos compartimos, un asunto que trasciende las disputas partidistas.

Una cuestión que aúna a Estados y comunidades en una misión común de dar respuesta a las diversas necesidades de las sociedades: para ser verdaderamente inclusivos con todas las personas con discapacidades.

Y yo creo que si hemos aprendido algo del movimiento en defensa de las discapacidades en el movimiento por los derechos humanos es que «nada que nos afecte sin contar con nosotros».

Sinceramente, esta idea se aplica a todas las esferas de los derechos humanos.

Lamento no obstante dirigirme a todos ustedes sabiendo que no hemos podido asegurar servicios de accesibilidad para este evento.

Se trata de un resultado de la crisis de liquidez actual, lo que supone que no podemos vivir nuestros valores del modo que nos gustaría.

Mis colegas llevan trabajando sin descanso para limitar los efectos discriminatorios resultantes del orden de prioridades que nos hemos visto obligados a establecer.

Por ello, hemos dado prioridad a la accesibilidad para entregar a informes al Consejo, por ejemplo.

Aun así, es frustrante saber que no podemos ofrecer lo mismo en cada uno de los casos en los que deberíamos ser capaces de hacerlo.

Esto viene a reflejar en realidad algunas de las consecuencias de estas restricciones presupuestarias.

Y también viene a explicar algo sobre la situación actual en lo que respecta a los derechos de las personas con discapacidades.

Así como la necesidad urgente de trasladar las palabras a los hechos.

Al final, se trata de una cuestión de voluntad política.

Con la vista puesta en los próximos doce meses, observamos que existe una oportunidad única para conectar las numerosas iniciativas que están sucediendo a nivel global, y para diseñar estrategias conjuntamente con el objetivo de asegurar que nadie se queda atrás en la Agenda 2030 y en etapas sucesivas.

Esto exige de medidas decisivas, medidas unificadas, a nivel internacional para que de ese modo podamos acelerar los cambios sistémicos necesarios en todas las sociedades del planeta.

Muchos Estados llevan alzándose como defensores de los derechos de las personas con discapacidad en diferentes foros.

La organización en octubre por parte de Italia de la primera reunión ministerial en el G7 sobre inclusión de las personas con discapacidad supone un momento relevante.

Yo confío en que los debates que se mantengan en esta reunión inspiren una mayor ambición para obtener resultados positivos en la Cumbre Mundial sobre la Discapacidad del próximo año, así como para identificar nuevas vías de colaboración.

Paralelamente, México y Nueva Zelanda, junto con los grupos de amigos sobre derechos de las personas con discapacidad en Ginebra y Nueva York, continúan movilizando respaldo político en pro de los derechos de las personas con discapacidad, y respecto a los sistemas de cuidado y apoyo de forma concreta, incluyendo en lo relacionado con el Pacto para el Futuro.

Y yo espero también que el Pacto para el Futuro integre las cuestiones de las discapacidades y la diversidad de forma más general en el marco para revitalizar el multilateralismo.

También hemos visto renovados esfuerzos dirigidos a llevar el tan necesario foco de atención a los derechos de las personas con discapacidad en el contexto de la acción humanitaria y el conflicto armado, incluyendo la situación desesperada de los niños y niñas con discapacidad.

Cuando echamos la vista atrás a nuestra Iniciativa Derechos Humanos 75 que pusimos en marcha el año pasado, si tenemos en cuenta todas las promesas, veremos que hay más de treinta Estados que se comprometieron a fomentar las medidas acerca de los derechos de las personas con discapacidad. Creo que este indicador es importante.

Continuamos instando a los Estados a establecer sistemas de cuidado y apoyo basados en los derechos humanos, y que se ajusten en su totalidad a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Y a garantizar que la opinión de las personas con discapacidad sigue siendo fundamental para diseñar estos sistemas.

Celebro los avances que hemos observado en una serie de países, que incluyen a Australia, Brasil, Colombia, la República Dominicana, Kenya y Filipinas, así como en la Unión Europea.

Y también cómo este impulso ha cobrado vida en resoluciones sobre sistemas de cuidado y apoyo adoptadas por la Asamblea General, el Consejo de Derechos Humanos, y el Consejo Económico y Social.

Es por eso que debemos asegurarnos de que estos hitos próximos se convierten en un punto de inflexión para los derechos de las personas con discapacidad.

Les invito a todos ustedes a consolidar su colaboración con mi Oficina en la búsqueda de un objetivo común, no solo desde el punto de vista estratégico, sino también prestando apoyo político y económico.

Seguiremos afianzando nuestras asociaciones en este campo, de manera especial con la OIT.

Asimismo, depositamos nuestra esperanza en que las prioridades identificadas por el G7 acerca de derechos de personas con discapacidad: accesibilidad, vivir de manera independiente en la comunidad, acceso a servicios y tecnologías de apoyo, además de la inclusión de las personas con discapacidad en todos los aspectos de la vida, incluso durante emergencias, puedan generar un avance histórico.

Pongámonos a trabajar juntos para dirigir todos nuestros esfuerzos a dar forma a la declaración política de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social el año próximo, para que de ese modo los derechos de las personas con discapacidad se integran en todo el proceso y nosotros aseguremos que los sistemas de cuidado y apoyo ocupan un lugar prominente en el texto.  

En cierta manera, la reunión del G7 y la Cumbre Mundial sobre la Discapacidad supondrán catalizadores importantes para la consecución de este objetivo.

Debemos asegurarnos de que este momento no se traduce en una oportunidad perdida sino en una oportunidad de la que podamos extraer el máximo provecho.

Gracias.

VER ESTA PÁGINA EN: