Skip to main content

Privacidad informática

El Protocolo de Berkeley ofrece orientación sobre cómo usar la información digital pública para luchar por los derechos humanos

01 diciembre 2020

Berkely protocol

Hoy se pone en marcha el primer protocolo internacional sobre el uso de redes sociales como evidencia de violaciones de derechos humanos. El Protocolo de Berkeley, una publicación conjunta de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Berkeley, ofrece orientación global sobre cómo usar la información digital pública.

"La tecnología nos puede ayudar a ver lo distante, lo oscuro y lo inimaginable, y también sirve para encontrar pruebas concretas de violaciones de derechos humanos y del derecho internacional," afirmó la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. "Y según avanza la tecnología, se crean numerosas vías nuevas para aprovechar estas herramientas con el fin de proteger y promover los derechos humanos."

 

La última de estas herramientas que se ha creado es el Protocolo de Berkeley para Investigaciones de Código Abierto de Archivos Digitales. El Protocolo de Berkeley suponen las primeras directrices globales sobre el uso de información digital pública, incluyendo fotografías, vídeos y cualquier otra información que se publique en redes sociales como Facebook, Twitter y YouTube, para ser usadas como pruebas en investigaciones internacionales de crímenes y cuestiones sobre derechos humanos. 

El protocolo fue desarrollado por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Berkeley juntamente con la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y se elaboró a partir de las aportaciones de más de 150 expertos procedentes de todo el mundo durante un período de tres años. 

La Directora Ejecutiva del Centro de Derechos Humanos, Alexa Koenig, explicó que este trabajo no solamente consistió en la creación de unas normas, sino que supuso el fortalecimiento de una comunidad. 

"A la vez que para la creación del protocolo se ha necesitado del esfuerzo hercúleo de cientos de personas durante el transcurso de los ultimos años, entendemos el Protocolo de Berkeley como un pilar a partir del cual se puede continuar con esta comunidad de prácticas. Esto es solamente el comienzo, e invitamos a otras personas a desarrollar, adaptar, y perfeccionar estos criterios conforme trabajamos de forma conjunta para garantizar que se haga justicia para los crímenes más graves que se dan en el mundo," escribió Alexa en un post de un blog para la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

La información digital disponible para el público ha sido vital para denunciar casos de violaciones atroces de derechos humanos en el pasado reciente. Como ejemplo, la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre Myanmar reunió pruebas de "discurso de odio generalizado" en Myanar, difundido especialmente a través de redes sociales como Facebook. Las imágenes por satélite ayudaron a la Comisión sobre los Derechos Humanos en Sudán del Sur a determinar que se habían producido probablemente crímenes contra la humanidad, dada la destrucción generalizada de propiedades privadas y ataques contra civiles en más de 40 pueblos durante un período de dos meses. 

Esta proliferación de contenidos digitales generados por los usuarios supone uno de los desafíos principales a los que se enfrentan los activistas de derechos humanos y otras personas, en especial "analizar el descubrimiento y verificación de material relevante dentro de un volumen cada vez mayor de información en línea, especialmente en fotografías y vídeos capturados en smartphones y otros dispositivos móviles, algunos de los cuales pueden ser comprometidos o atribuidos de forma errónea," tal como indica la publicación. 

"En un principio, optamos de forma consciente por mantener la tecnología del protocolo lo más neutra posible al no referirnos a ninguna plataforma o herramienta concreta," declaró Koenig. "En su lugar, nos centramos en principios y procesos, creando un marco que pudiera equilibrar la necesidad de previsibilidad científica con la capacidad de adaptación tan necesaria en un mundo digital de continuos cambios."

El Protocolo de Berkeley proporciona directrices, sobre normas internacionales para realizar investigaciones en línea sobre presuntas violaciones, orientación sobre metodologías y procedimientos para la recopilación, analisis y conservación de información digital de una manera profesional, legal y ética.  También establece medidas que los investigadores en línea pueden adoptar con el fin de proteger la seguridad digital, física y psicosocial de ellos mismos y otras personas, incluyendo a testigos, víctimas y personas en proporcionar la primera ayuda, que incluyen a ciudadanos, activistas y periodistas, quienes ponen en riesgo su propio bienestar para documentar violaciones de derechos humanos e incumplimientos graves del derecho internacional. 

"Nuestro objetivo es garantizar que no se pasen por alto las normativas internacionales en el contexto de los cambios tecnológicos, y que las nuevas tecnologías sirvan para reforzar la recopilación de la base de información y su análisis, a la vez que se aumenta la credibilidad de las conclusiones alcanzadas," afirmó Bachelet.

Obtenga más información sobre el Protocolo de Berkeley en  nuestro blog Medium

1 de diciembre de 2020

Berkely protocol