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Dónde trabajamos

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Dónde trabajamos

"Las víctimas de la tortura cargan con problemas de salud física, social, económica y mental. También pueden carecer de las condiciones de vida que les permitan protegerse de la propagación del virus. Elogiamos los extraordinarios esfuerzos realizados por las organizaciones de la sociedad civil para seguir prestando servicios esenciales a los supervivientes de la tortura, incluso durante los estados de emergencia y los toques de queda, incluso cuando se enfrentan a actos de intimidación u obstrucción por parte de las autoridades."

26 de junio de 2020, Dr. Vivienne Nathanson,
Presidente, de la Junta de Síndicos
Fondo de Voluntarios de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura

Introducción

La pandemia de COVID-19 está erosionando el acceso de los supervivientes de la tortura a los servicios esenciales en el momento de mayor necesidad. Los resultados de una encuesta realizada en mayo de 2020 para evaluar el impacto de la pandemia en el trabajo de los beneficiarios del Fondo para ayudar a los supervivientes de la tortura revelaron: 

  • Aumento del 33% en el número de supervivientes de la tortura que requieren asistencia inmediata
  • El 61% adaptó los métodos de trabajo para garantizar la continuidad de la actividad en la prestación de servicios
  • El 47% solicitó financiación de emergencia adicional (por valor de 934.500 dólares)

El 26 de junio de 2020, los mecanismos contra la tortura de la ONU emitieron un declaración pública expresando su preocupación por el hecho de que la pandemia agrava el riesgo de malos tratos y tortura en todo el mundo. También organizaron un seminario web público sobre "El impacto de COVID-19 en la tortura y los malos tratos".

Estrategia de respuesta

Con el fin de satisfacer las necesidades cambiantes sobre el terreno, la estrategia de respuesta del Fondo incluye la introducción de una mayor flexibilidad para garantizar respuestas a medida, al tiempo que se mantiene la responsabilidad de la ejecución de los proyectos de las subvenciones concedidas. El Fondo también ha reforzado su procedimiento de subvención de urgencia, invitando a presentar solicitudes a las organizaciones seleccionadas que atienden a los supervivientes de la tortura más vulnerables a la pandemia, incluidas las personas privadas de libertad, los refugiados y los solicitantes de asilo.

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Subvenciones de urgencia COVID-19

La pandemia mundial expone a poblaciones ya vulnerables, incluidos los supervivientes de la tortura, a más riesgos, en particular en lugares con altas tasas de COVID-19 y acceso limitado a la atención. Una encuesta realizada a las 171 organizaciones de la sociedad civil financiadas actualmente por el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura reveló el impacto desproporcionado de la pandemia en las vidas de los supervivientes de la tortura. Los beneficiarios informaron de un aumento de la demanda de asistencia humanitaria, médica y psicológica por parte de los beneficiarios de los proyectos. Aunque las organizaciones adaptaron rápidamente sus métodos de trabajo, también solicitaron más recursos para garantizar la prestación de servicios.

En respuesta, el Fondo lanzó una convocatoria especial de subvenciones de emergencia COVID-19 con los ahorros generados por la cancelación de las sesiones presenciales del Patronato. La convocatoria estaba abierta a todos los becarios de 2020 que habían expresado su interés a través de la encuesta y 47 se presentaron. Tras un proceso competitivo basado en criterios de selección específicos (especialmente las tasas de COVID-19 y la vulnerabilidad del grupo objetivo, como las personas desplazadas y privadas de libertad), el Fondo concedió 17 subvenciones de emergencia COVID para ayudar a casi 4.000 supervivientes de la tortura en Bangladesh, Brasil, Egipto, Ghana, Grecia, India, Italia, Kenia, Líbano, México, Perú, República de Moldavia, Federación Rusa, Sudáfrica, Ucrania, Reino Unido y Estados Unidos de América.

Flexibilidad para las subvenciones anuales

Además, el Fondo ofreció a los beneficiarios de las subvenciones de 2020 acuerdos de financiación flexibles que les permitieran pivotar sobre el terreno para satisfacer las necesidades cambiantes de los supervivientes de la tortura en un contexto mundial sin precedentes. Al equilibrar la rendición de cuentas con la flexibilidad, el Fondo puede autorizar cambios en la ejecución de los proyectos mediante ajustes a la carta de los presupuestos operativos y los períodos de ejecución.

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