GINEBRA (15 de abril de 2024) – En el primer aniversario del estallido de la lucha armada en Sudán, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió del riesgo de escalada del conflicto, a medida que los bandos en pugna proporcionan armamento a los civiles y nuevos grupos se incorporan a los combates.

“La población sudanesa ha estado sometida a indescriptibles sufrimientos durante el conflicto, que se ha caracterizado por ofensivas indiscriminadas contra zonas densamente pobladas, ataques motivados por rencillas étnicas y una alta incidencia de violencia sexual. El reclutamiento y el empleo de niños por ambas partes en el conflicto constituye también un motivo de honda preocupación”, afirmó Türk.

“Los civiles han padecido ya inmensos sufrimientos y, tras los informes del último fin de semana sobre la inminencia de un ataque contra El-Fasher, en Darfur septentrional, existe una alarmante posibilidad de que ocurran nuevas vulneraciones y abusos contra la población civil, en medio de una crisis humanitaria que empeora en todo el país. La guerra debe cesar”.

Tres grupos armados han anunciado que se incorporan al conflicto en el bando de las Fuerzas Armadas Sudanesas y algunas informaciones indican que tanto estos grupos como las Fuerzas de Apoyo Rápido están armando a la población civil. Las órdenes de arresto libradas recientemente contra prominentes figuras civiles, entre ellas el ex Primer Ministro Abdallah Hamdok, imputadas con cargos que no parecen justificados y que, en algunos casos, implican la pena de muerte, también amenazan con agravar la situación.

“Para que exista una posibilidad de alcanzar una solución pacífica al conflicto, es preciso que se reduzca el número de elementos armados, no que aumente”, declaró Türk.

“Además, cualquier medida orientada a limitar la participación de los dirigentes políticos civiles en la gestión de los asuntos públicos, incluso mediante la amenaza de arresto, es contraproducente y debería abandonarse”.

“Las autoridades sudanesas deben revocar de inmediato las órdenes de arresto libradas contra Hamdok y otros líderes civiles, y dar prioridad a las medidas orientadas a consolidar la confianza, en primer lugar, y a un cese de hostilidades, seguido de una solución exhaustiva del conflicto y la restauración de un gobierno civil”, añadió el Alto Comisionado.

Desde que se iniciaron los combates, el 15 de abril de 2023, miles de civiles han resultado muertos o heridos, han desaparecido por la fuerza, o han sido arrestados y detenidos. También hemos recibido informes sobre torturas cometidas por ambas partes. Miles de hogares, escuelas, hospitales y otros elementos esenciales de la infraestructura civil han sido destruidos, lo que ha hundido al país en una grave crisis humanitaria y ha generado el mayor desplazamiento de civiles del mundo.

“Más de ocho millones de personas han sido desplazadas de sus hogares y más de dos millones de ellas han emigrado a países vecinos. Casi 18 millones de habitantes -entre los que se cuentan 14 millones de niños-, se enfrentan una inseguridad alimentaria aguda y más del 70% de los hospitales están fuera de servicio, en medio de un aumento de las enfermedades infecciosas. Esta catastrófica situación no debería continuar”, declaró el Alto Comisionado.                                                                  

Türk pidió a todas las partes que garanticen a los trabajadores humanitarios y los activistas de derechos humanos el acceso seguro y libre a todas las zonas que se encuentran bajo su control. Asimismo, les exhortó a que tomen medidas significativas para prevenir el sufrimiento de los civiles y a velar por que las violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos sean investigadas exhaustivamente, que los responsables rindan cuentas de sus actos en juicios justos y que las víctimas reciban las debidas reparaciones.

El Alto Comisionado criticó el esquema permanente de arrestos y detenciones arbitrarias, así como la intimidación y las amenazas contra miembros de la sociedad civil, los defensores de derechos humanos y los periodistas, entre otros.

“No hay un camino sostenible para que Sudán avance sin la participación de entidades de la sociedad civil, que han realizado un trabajo encomiable en pro de los derechos humanos, en condiciones sumamente difíciles desde el comienzo del conflicto”, señaló.

Türk exhortó a todas las partes en conflicto a que colaboren con el Experto sobre la situación de derechos humanos en Sudán, Radhouane Nouicer, y con la Misión de Investigación establecida por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Las autoridades sudanesas deberían facilitarles el acceso al país.