Nuevo informe de las Naciones Unidas pone un rostro humano a la crisis climática en el Sahel
16 noviembre 2022
«La tierra ya no nos da nada más,» afirmó Rita*, una mujer de Níger quién vive en una comunidad que depende de la agricultura a pequeña escala. «Mi marido se fue a Nigeria para buscar fuentes alternativas de ingresos. Estamos esperando a que comience la temporada de lluvias para que puedan volver y empecemos a sembrar semillas.»
Las sequías han dado como resultado una reducción de las cosechas así como malos resultados.
«Nos llaman todos los días para preguntarnos si han llegado las lluvias,» relató. «Si no empieza a llover pronto, no volverán para esta temporada y nos quedaremos solas con la dura tarea de cultivar la tierra.»
Un nuevo informe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, publicado en la COP 27, usa como base estudios realizados a nivel de comunidad en Mauritania, Níger y Nigeria, con el fin de ilustrar los efectos para los derechos humanos que conlleva el cambio climático en el contexto de la migración y el apoyo en materia de derechos humanos que los miembros de las comunidades necesitan para su supervivencia y dignidad. El primer informe sobre esta cuestión se presentó durante la COP 26.
«El nuevo informe sobre migración relacionada con el cambio climático en el Sahel pone rostro humano a la crisis climática,» explicó Ben Schachter, Oficial de Derechos Humanos en Derechos Humanos de las Naciones Unidas. «El informe se centra en el sufrimiento humano real provocado por el cambio climático así como en la impresionante resiliencia de las personas que se ven obligadas a desplazarse.»
«Las historias que contamos sobre el cambio climático son importantes,» declaró, a la vez que destacó la última historieta gráfica en publicarse de la serie sobre Cambio Climático y Migración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas como otra manera de inspirar medidas contra el cambio climático en el Sahel que sean colectivas y basadas en los derechos humanos.
Centrándose en tres países del Sahel en África, una región que abarca Burkina Faso, Camerún, Chad, Guinea, Mali, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal y Gambia-el informe destaca algunos de los desafíos principales para los derechos humanos resultantes y agravados por el cambio climático, muestra cómo estos riesgos para los derechos humanos actúan como impulsores de migración y destaca la necesidad de soluciones con base en los derechos humanos.
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Al contar estas historias, confiamos en alejarnos de los conceptos más abstractos que suponen las negociaciones contra el cambio climático y devolver el centro de atención al objetivo principal: un clima estable que proteja la salud y bienestar humanos, ahora y en el futuro.
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En la región del Sahel en África, el impacto para los derechos humanos que tiene el cambio climático como por ejemplo para los derechos a la vida, los alimentos, el agua y la salud, suele tener una influencia considerable en las decisiones y experiencias relacionadas con la migración en la región, e incluso aumenta las vulnerabilidades que afectarán a las personas cuando estas migren.
Luchando por sobrevivir
«Los miembros de las comunidades que fueron consultados por Derechos Humanos de las Naciones Unidas se han enfrentado a los daños relacionados con el cambio climático y la migración relacionada en situaciones vulnerables con resiliencia y tenacidad,» declaró Carolina Hernández, asesora de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre migración y derechos humanos. «Pero muy a menudo sus opiniones y preferencias no son tomadas en consideración en las decisiones políticas a nivel nacional e internacional.»
Al entablar conversaciones con comunidades con el fin de recopilar información sobre cómo sus derechos resultan afectados por el cambio climático y la migración relacionada, Derechos Humanos de las Naciones Unidas pudo también brindar su apoyo a comunidades para ampliar su conocimiento sobre derechos humanos así como sus redes de comunicación.
«De nosotros se espera que cultivemos la tierra. Es un trabajo duro, que hay que realizar bajo un sol ardiente, y aun así sabemos que no tendremos suficientes cosechas para sobrevivir el resto del año,» afirmó Mira*, una mujer que vive en una aldea rural en la región de Tahoua, Níger. «Queremos aprender a hacer otras cosas, vender pasteles, hacer trenzas como peluqueras, cultivar huertos, tener un pequeño rebaño de cabras.»
En un campamento en el Estado de Benue en Nigeria, Maya* describe las condiciones en las que vive después de haber huido de su hogar debido a conflictos entre agricultores y pastores, conflictos que muchos creen que están vinculados a la escasez de recursos asociada con el cambio climático.
«Nuestras tiendas son de mala calidad, por lo que entra el agua por el techo,» señaló. «Por todos lados hay insectos, escorpiones y serpientes. Los mayores desafíos a los que nos enfrentamos son la falta de dinero, alimentos, seguridad, la intolerancia y los enfrentamientos entre las diferentes tribus e idiomas, todas las cuales se ven obligadas a cohabitar un espacio muy reducido.»
Tras verse obligados a abandonar sus tierras por culpa de los daños causados por el cambio climático, los migrantes continúan enfrentándose a situaciones de vulnerabilidad a lo largo de todo el proceso migratorio.
Soluciones sostenibles para todos y todas
El informe menciona las lecciones aprendidas a lo largo de este estudio basado en los derechos humanos, incluyendo los numerosos derechos humanos que resultan afectados por el cambio climático y la migración relacionada en el Sahel. El informe pone de relieve las obligaciones legales que tienen todos los gobiernos de atender de forma eficaz las violaciones de derechos humanos en el contexto de la migración relacionada con el cambio climático. El informe subraya la importancia de otorgar la capacidad a las personas para poder ejercitar sus derechos humanos y que actúen como agentes del cambio.
Cuando la migración es una opción escogida libremente y se rige por los derechos humanos, esta puede convertirse en una estrategia importante de adaptación a los efectos negativos del cambio climático además de ofrecer una oportunidad para generar resiliencia en individuos y comunidades a la vez que reduce su exposición a situaciones de vulnerabilidad y a violaciones de derechos humanos.
El informe establece un enfoque basado en los derechos humanos para atender a la migración relacionada con el cambio climático y que usa estrategias como asegurar la participación, la inclusión, y el acceso a la justicia para los migrantes.
El informe también sugiere ofrecer soluciones efectivas y sostenibles para las personas y el planeta a través de medidas de adaptación y mitigación ante el cambio climático además de hacer frente a las pérdidas y daños relacionados con el cambio climático. Una solución consiste en asignar recursos adecuados a las comunidades afectadas, incluyendo mediante la financiación de la lucha contra el cambio climático, reconociendo que los países en el Sahel soportan una carga desproporcionada de los efectos del cambio climático a pesar de haber apenas contribuido a las emisiones globales.
Al implementar un enfoque con base en los derechos humanos para hacer frente a la migración relacionada con el cambio climático, añadió Hernández, es fundamental también garantizar la existencia de rutas para una migración segura y regular.
«El facilitar una migración que sea digna y regular, tanto dentro como fuera de la región, puede reducir los riesgos para los derechos humanos y permitir una mejor salida para los migrantes así como para los países y las comunidades de salida, tránsito y destino,» aseguró ella.
El informe también recomendó la puesta en práctica de una planificación basada en los derechos humanos para un desarrollo sostenible y resiliencia ante el cambio climático que incorpore la migración relacionada con el cambio climático ya que esta permitiría un mejor acceso a los derechos antes de producirse el desplazamiento migratorio, cuando las personas efectúen ese desplazamiento y después del mismo.
«Las políticas regionales que rigen la migración deben tener en cuenta plenamente el riesgo adicional que el cambio climático supone para el disfrute de los derechos humanos de personas y comunidades,» declaró Robert Kotchani, Representante Regional de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para África Occidental. «Unas políticas eficaces de adaptación y mitigación ante el cambio climático deben contar con los derechos humanos.»
*Los nombres han sido cambiados para proteger a las personas entrevistadas para el informe.