Declaración del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, sobre el riesgo de hambruna en Gaza

La inminente hambruna que se prevé en Gaza puede y debe evitarse.

Las voces de alarma que han sonado en los últimos meses en Naciones Unidas, como mi Oficina, no han sido escuchadas. Esta catástrofe está causada por el hombre y era totalmente evitable.

La situación de hambre, inanición y hambruna es consecuencia de las restricciones excesivas por parte de Israel a la entrada y distribución de ayuda humanitaria y bienes comerciales, del desplazamiento de la mayor parte de la población, así como de la destrucción de infraestructuras civiles fundamentales.

Ya están apareciendo estrategias peligrosas para hacer frente a la hambruna. La ley y el orden se están quebrando a medida que la población se desespera cada vez más, y se ha informado de que se ha enviado a niños a realizar el viaje peligroso desde el norte hasta el sur de Gaza, sin compañía, con la esperanza desesperada de que encuentren alimentos y apoyo entre los 1,8 millones de personas ya desplazadas allí.

El bloqueo israelí de Gaza de 16 años de duración ha tenido consecuencias graves para los derechos humanos de la población civil, ha arrasado con la economía local y ha creado una dependencia de la ayuda.  El alcance de las restricciones continuas de Israel a la entrada de ayuda en Gaza, junto con la forma en que sigue dirigiendo las hostilidades, puede equivaler al uso de la inanición como método de guerra, lo que constituye un crimen de guerra.

Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de garantizar el suministro de alimentos y atención médica a la población acorde con sus necesidades y de facilitar la labor de las organizaciones humanitarias para prestar esa ayuda. Israel debe garantizar que la población pueda acceder a esa ayuda de forma segura y digna. El derecho internacional de derechos humanos impone una obligación similar.

Se nos acaba el tiempo. Todos y todas, especialmente quienes tienen influencia, deben insistir para que Israel tome medidas encaminadas a facilitar la entrada y distribución libre de la ayuda humanitaria y los bienes comerciales necesarios para poner fin al hambre y evitar todo riesgo de hambruna.

Es necesario que se restablezcan por completo los servicios esenciales, incluido el suministro de alimentos, agua, electricidad y combustible.

Y debe producirse un alto el fuego inmediato, así como la liberación incondicional de los  rehenes que siguen retenidos en Gaza.