Incorporar la perspectiva de género a las investigaciones sobre derechos humanos
05 octubre 2018
Toda investigación sobre abusos y violaciones de derechos humanos que no incluya la perspectiva de género como uno de sus criterios, corre el peligro de ser incompleta, en el mejor de los casos, o de estar prejuiciada, en el peor de ellos, declaró la Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Kate Gilmore.
“Las investigaciones que pasan por alto la forma en que el género y otras identidades y las normas sociales conexas contribuyen a agravar, dar apariencia de normalización, ocultar e incluso excusar las repercusiones en materia de derechos humanos, son inaceptables”, afirmó la Sra. Gilmore ante los asistentes al debate anual sobre la incorporación de la perspectiva de género a toda la labor del Consejo de Derechos Humanos.
“La identidad y la condición de género son importantes”, declaró la funcionaria.
Los estereotipos y supuestos de género equivocados pueden hacer que aparezcan como aceptables las violaciones de derechos humanos y pueden despojar a los supervivientes de representación y testimonio, dejándolos sin voz e indocumentados.
Las metodologías de investigación que aplican la perspectiva de género hacen uso, por ejemplo, de trabajos que prestan atención a las diferentes experiencias de hombres y mujeres, en vez de considerar a unas y otros como miembros de un grupo homogéneo de supervivientes de conflictos, afirmó Shuvai Nyoni, directora del African Leadership Centre. La Sra. Nyoni es una ex asesora en materia de género de la Comisión de Derechos Humanos de Sudán del Sur y de la Comisión de Investigación sobre Sudán del Sur, coordinada por la Unión Africana. La atención que se preste a las diferentes experiencias vividas según el género de la víctima, es la clave para descubrir y comprender lo que ocurrió en el contexto de las violaciones acontecidas, señaló la ponente.
“Creo firmemente que las metodologías que incorporan la perspectiva de género me han ayudado, en mi labor de asesora en la materia, a alcanzar una impresión más real de las vivencias de los supervivientes, las víctimas e incluso de los autores de esos delitos, en una sociedad afectada por la violencia y el conflicto”, dijo la Sra. Nyoni.
La experta señaló que, por ejemplo, al realizar entrevistas relativas a informes de violencia sexual ejercida contra las mujeres, los hombres nunca se referían a esos actos como violencia sexual ejercida únicamente contra la mujer superviviente. Los actos se describían como una violación de la familia y de la comunidad en conjunto. “Eso es algo que no hubiéramos notado, si sólo hubiésemos buscado información sobre responsables individuales y víctimas individuales”, declaró la Sra. Nyoni.
El análisis de género fue fundamental para definir las repercusiones de la pesquisa realizada por la Comisión de Investigación sobre Siria. En su informe, titulado I lost my dignity [Perdí mi dignidad], se examinaron casos de violencia sexual ocurridos durante el conflicto sirio, se presentó documentación sobre todas las personas afectadas –incluso los hombres y los niños- y se mencionaron las diferencias y consecuencias, según la perspectiva de género.
“Documentar los delitos según la perspectiva de género permite un análisis más exhaustivo de una gama más extensa de problemas de derechos humanos y ofrece una perspectiva más amplia”, dijo Paulo Pinheiro, Presidente de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Árabe Siria. “Esto abarca, por ejemplo, el derecho a la salud, incluida la salud sexual y reproductiva, o el acceso a la vivienda, la tierra, la propiedad o la documentación civil”.
Este espectro ampliado ha influido en las recomendaciones formuladas por la Comisión sobre Siria, declaró Pinheiro. Entre otras, en las recomendaciones de garantizar la reintegración social y económica de los supervivientes en sus comunidades, proporcionarles la adecuada reparación jurídica y poner en libertad a todas las personas vulnerables que se encuentran detenidas.
La documentación de esas violaciones también pone de manifiesto cómo “el conjunto de esas experiencias va más allá de la violencia sexual y de género y de la violencia sexual contra las mujeres”, dijo Madeleine Rees, Secretaria General de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad. Al citar el informe de la Comisión de Investigación sobre Burundi, los investigadores pudieron mostrar el contexto de violencia –quién ejerce el poder, quién lo padece y quién lo apoya- en conexión con las violaciones de derechos civiles y políticos y sus efectos específicos sobre las mujeres y las niñas.
A fin de ayudar a otros investigadores a integrar mejor la perspectiva de género en su labor, la Oficina del ACNUDH ha preparado una publicación que ofrece recomendaciones específicas sobre la aplicación de este análisis.
El manual, titulado Integrating a gender perspective into human rights investigations [Integrar la perspectiva de género en las investigaciones de derechos humanos], ofrece orientación práctica sobre cómo aplicar la perspectiva de género a toda la labor de los órganos de investigación. La Sra. Victoria Kuhn, de la Sección de Género y Derechos Humanos de las Mujeres, definió el manual como un medio de “replantear lo obvio”, es decir, que el género es parte esencial de las investigaciones en materia de derechos humanos.
“Sin el análisis de género, no sólo se corre el riesgo de que las conclusiones de la investigación sean inexactas e incompletas, sino que incluso pueden ser perjudiciales, al perpetuar los estereotipos de género y los supuestos falsos –con lo que pueden ocultar las experiencias de las mujeres, las niñas, los miembros del colectivo LGBTI o incluso de los hombres que han sobrevivido a la violencia sexual”, señaló la Sra. Kuhn.
5 de octubre de 2018