Resumen
Las dimensiones culturales del derecho a la educación son cruciales para lograr la plena efectividad del derecho universal a una educación inclusiva y de calidad, como preconiza el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4. La Relatora Especial hace un llamamiento para que el derecho a la educación se considere un derecho cultural en sí mismo, es decir, como el derecho de toda persona a tener acceso a los recursos culturales necesarios para desarrollar libremente su propio proceso de definición de la identidad, tener relaciones dignas de reconocimiento mutuo a lo largo de su vida y afrontar los desafíos cruciales a los que se enfrenta nuestro mundo, así como para participar en las prácticas que le permitan apropiarse de estos recursos y contribuir a ellos. La originalidad de este enfoque radica en considerar la vida educativa como una relación viva entre los actores (alumnos, educadores, organizaciones y otros actores asociados) y el conjunto de conocimientos que forman los recursos culturales comunes, portadores “de identidad, de valores y sentido”, sin los cuales los actores no pueden hacer nada.
Metodología
Para elaborar el presente informe, la Relatora Especial contó con el análisis de los expertos que participaron en una reunión celebrada en Ginebra los días 3 y 4 de febrero de 2020.
La Relatora Especial también preparó un cuestionario, enviado el 15 de enero de 2020, en el que invitaba a todas las partes interesadas a enviar sus contribuciones antes del 20 de febrero de 2020. Vea más información en la carta de invitación y el cuestionario que figuran a continuación.
Respuestas recibidas